En 2004, la empresa de inversiones Calvert, en colaboración con la Fundación de Desarrollo para las Mujeres de las Naciones Unidas, UNIFEM, desarrolló el primer código de conducta voluntario para guiar a las empresas en cómo potenciar e invertir en la mujer y su avance a escala mundial.1 Los Principios de la Mujer de Calvert (Calvert Women’s Principles®) recopilan una variedad de formas en las que las empresas pueden contribuir en el avance de la mujer.