Las empresas miembros de ICTI se comprometen a seguir el Código de Prácticas Comerciales ICTI, y entonces a gestionar sus fábricas de juguetes de forma legal, segura y saludable. Estos principios aseguran que sus miembros no emplean ningún menor de edad,  trabajador forzado o preso; que no se debe negar trabajo a nadie por razón de sexo, raza, religión, afiliación o asociación, y que las fábricas cumplen con las leyes de protección al medioambiente. Los acuerdos de suministros con empresas que producen en nombre de miembros de ICTI también deben adherirse a estos principios.