Copenhague: primera capital neutra respecto del carbono
primera capital neutra respecto del carbono
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© Tine Harden
Al arribar al aeropuerto de Copenhague, los viajeros observarán las turbinas eólicas sobre el agua. Al llegar a la ciudad, tal vez les impresione el enorme número de ciclistas y los carriles para bicicletas. Menos visibles son los kilómetros y kilómetros de tuberías de calefacción subterráneas. La energía térmica y eléctrica combinada, muy utilizada en la zona de Copenhague y que ahorra dinero y combustibles fósiles, junto con la incineración de los desechos sólidos, forma parte integral del sistema de energía de la ciudad. A pesar de estos progresos, las emisiones de gases de efecto invernadero de Copenhague aún ascienden a 2,5 millones de toneladas por año. Tal vez no sea mucho en comparación con la mayoría de las capitales del mundo, pero es demasiado respecto del objetivo establecido por el Concejo Municipal el 27 de agosto de este año de que
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objeto de adoptar nuevas medidas de no alcanzarse las metas intermedias. Se necesitarán ahorro de energía, eficiencia energética, más fuentes de energía renovable, transporte más verde, edificios de bajo consumo de energía y cambios en el estilo de vida. No obstante, como cualquier otra ciudad, Copenhague es parte de la sociedad circundante, desde donde viaja gente diariamente, y depende de las decisiones gubernamentales y las tendencias generales de desarrollo, por lo cual no es posible alcanzar la neutralidad plena respecto del carbono solo dentro de sus límites. Así pues, el Concejo Municipal se ha comprometido a participar en proyectos externos, como el establecimiento de nuevos parques eólicos para neutralizar las emisiones de carbono que aún persistan. “Siempre me esforcé por que Copenhague tuviera un medio ambiente mejor con menos
EbbE SøndErriiS Periodista ambiental y escritor científico que reside en Copenhague
Copenhague se convierta en la primera capital neutra respecto del carbono en 2025. Para lograr este objetivo, la Municipalidad ha presentado una serie de iniciativas para reducir medio millón de toneladas de emisiones en los próximos diez años, tras lo cual habrá reducciones aun mayores. Los resultados se supervisarán y se presentarán informes anuales con el
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contaminación”, afirma la Alcaldesa Principal Ritt Bjerregaard, ex Comisaria de Medio Ambiente de la Unión Europea. Reconociendo que otras ciudades también tienen planes ambiciosos en relación con el cambio climático, agrega: “Está por verse si Copenhague será la primera y única ciudad neutra respecto del carbono. Nos complacerá competir con otras, especialmente si desean alcanzarnos o incluso estar a la vanguardia”. La mayoría de las metas se alcanzarán cambiando el sistema de abastecimiento de energía y reduciendo el consumo de energía. El Alcalde de Ingeniería y Medio Ambiente Klaus Bondam señala que Copenhague ya cuenta con algunas de las centrales térmicas y eléctricas combinadas más eficientes del mundo. No obstante, y pese al uso de energía eólica, biomasa e incineración de residuos, el 73% de la electricidad utilizada en Copenhague proviene de combustibles fósiles, especialmente carbón y gas natural. Así pues, una parte importante del plan es convertir las centrales eléctricas para que utilicen viruta de madera en lugar de carbón, construir nuevas centrales térmicas y eléctricas combinadas basadas en fuentes de energía renovable e instalar más turbinas eólicas en la zona de Copenhague. Los ciudadanos tendrán la posibilidad de invertir sus ahorros en estas fuentes reales de energía verde como asociados de la Municipalidad. El incremento del uso de energía geotérmica (bombeo de agua caliente a 2,6 km de profundidad) crecerá seis veces. También se renovarán las tuberías de calefacción del distrito y las instalaciones de incineración de desechos para evitar pérdidas de energía. Un obstáculo importante para el uso de grandes cantidades de energía renovable es que las energías solar y eólica son variables y no siempre se ajustan a las necesidades del consumidor. El Plan de Copenhague sobre el Cambio Climático tiene previsto resolver este problema por medio de la instalación de sistemas de almacenamiento de energía, como
depósitos de agua con bombas de calor. Otras posibilidades prometedoras son las baterías para automóviles eléctricos y la producción de hidrógeno para células de combustible en vehículos e instalaciones estacionarias. La creciente movilidad verde, como andar en bicicleta y caminar, representa el 10% de las metas de reducción del Plan. Ya se conoce a Copenhague como “la ciudad de los ciclistas”, que ha inspirado a ciudades como Melbourne y Nueva York a reservar carriles semejantes para bicicletas. Actualmente se está invirtiendo más dinero para mejorar los carriles y construir nuevas vías y puentes exclusivos para peatones y ciclistas. Se ha planificado el estacionamiento de bicicletas en centros de transpote público y un sistema de rutas de bicicleta para los que viajan todos los días a la ciudad. Se está modernizando el transporte público para que sea más cómodo y confiable y se reduzcan los tiempos de viaje. Las empresas de autobuses tienen la obligación de reducir las emisiones de carbono en un 25% y la ciudad está ejerciendo presión sobre el gobierno para que apruebe la fijación de cargos por el uso de las carreteras y zonas ambientales en el centro densamente poblado de la ciudad. Dentro de unos años, el parque automotor de la Municipalidad estará integrado por automóviles eléctricos o impulsados por hidrógeno y habrá estaciones de carga con aparcamiento gratuito para automóviles eléctricos e híbridos. Pueden obtenerse grandes reducciones de las emisiones mejorando las normas de construcción y renovando las estructuras existentes. El Concejo Municipal ha decidido maximizar el ahorro de energía renovando escuelas, instituciones y otros edificios municipales y destinando los ahorros del consumo de electricidad a la financiación de nuevos proyectos. Los edificios nuevos deberán cumplir normas energéticas y criterios de conservación de energía muy rigurosos.
Se prevé que los gastos de energía de los edificios municipales disminuirán en más de 5 millones de dólares de los EE.UU. por año. De forma análoga a lo que sucede en otros tipos de dieta, el ahorro de energía no solo reduce el exceso de consumo sino que también mejora la calidad de vida, brindando un mejor clima interior e iluminación en las escuelas, instituciones, centros deportivos y otros edificios. Así pues, el plan prevé otros beneficios como resultado de las mejores condiciones de salud y una disminución del ausentismo. No obstante, la meta no se alcanzará si los adelantos en todas estas esferas son superados por un aumento del consumo y estilos de vida inviables. Por consiguiente, el Plan contiene campañas de información, consultas y capacitación, incluidos
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el establecimiento de redes en Internet, la promoción de asociaciones empresariales y la creación de un nuevo centro de estudio. Se prestará atención especial a las nuevas generaciones de habitantes de Copenhague. “Los niños y jóvenes consumen grandes cantidades de energía, pero también son una parte de la solución”, afirma el Alcalde de Infancia y Juventud Bo Asmus Kjeldgaard. “Una vez que aprenden mejores hábitos, los transmiten a sus padres. Los niños son embajadores climáticos excelentes.” En última instancia son ellos los que heredarán la nueva capital neutra en función del carbono
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Al arribar al aeropuerto de Copenhague, los viajeros observarán las turbinas eólicas sobre el agua.
Al llegar a la ciudad, tal vez les impresione el enorme número de ciclistas y los carriles para bicicletas.
Menos visibles son los kilómetros y kilómetros de tuberías de calefacción subterráneas. La energía térmica y eléctrica combinada, muy utilizada en la zona de Copenhague y que ahorra dinero y combustibles fósiles, junto con la incineración de los desechos sólidos, forma parte integral del sistema de energía de la ciudad.
A pesar de estos progresos, las emisiones de gases de efecto invernadero de Copenhague aún ascienden a 2,5 millones de toneladas por año. Tal vez no sea mucho en comparación con la mayoría de las capitales del mundo, pero es demasiado respecto del objetivo establecido por el Concejo Municipal el 27 de agosto de este año de que Copenhague se convierta en la primera capital neutra respecto del carbono en 2025.