Para esta visionaria, la responsabilidad social no consiste en hacer cosas diferentes, sino en hacer lo mismo de forma diferente. Es cambiar el proceso, lo cual muchas veces resulta en que todo se vuelva más eficiente. Es volver a pensar la forma en que se hacen los negocios.
¿Cómo llegas aquí y cómo surge tu empresa en México?
Llegué hace más de ocho años para acabar mi maestría en Guadalajara. De ahí, comencé a trabajar en México. Después de dos años empecé mi propio negocio: un despacho de asesoría de negocios especializado en responsabilidad social (RS). Lo que hicimos fue atender a empresas grandes y a sus cadenas de valor (o sea, a las PyMES), apoyándolas a desarrollar sus estrategias en temas de RS. De eso se desprendió ResponSable hace año y medio.
¿Qué es ResponSable?
Es una marca que hemos buscado crear para romper con ese concepto convencional. No somos consultores; somos una agencia de RS porque ofrecemos una solución integral. Justamente, queremos romper con estas ideas preconcebidas o erróneas que existen alrededor del tema en México y América Latina. Nuestros servicios son de asesoría, estrategia, capacitación y comunicación. Lo que más nos interesa es fomentar el ISO 26000 de responsabilidad social, que la Secretaría de Economía aprobó en noviembre de 2010 y remplazó a la norma mexicana de responsabilidad social.
¿Por qué eliges el camino de la responsabilidad social?
Desde siempre tuve una sensibilidad en los temas sociales. Esperé a mis 18 años para tener el derecho de poder viajar sola. Justamente, vine a México a una comunidad cerca de Puerto Vallarta en una montaña, para ayudarles con clases de inglés y de papel reciclado para crear una cooperativa, en fin.
En mi último trabajo como empleada, estuve en una empresa que usaba mucha mano de obra (gente de bajo perfil y con pocos estudios) y los maltrataban mucho. Finalmente, te respondo: ¿por qué me interesa la responsabilidad social? Por el maltrato que observé en esa empresa.
¿Cuál es la importancia de contar con una estrategia o ideología real y sólida de RS?
La RS tiene que ser vista como una estrategia de negocios. Te diría tres palabras clave: ahorros, ingresos y competitividad. Eso es lo que toda organización que tenga un programa de RS sólido, estratégico y bien pensado debería lograr. Es decir, no solo se alcanzan impactos sociales y ambientales, sino, al mismo tiempo, verse beneficiado como organización de estos buenos impactos. La responsabilidad social tiene que ser una estrategia de negocio y estar alineada al core business, es decir, a la actividad principal de cada organización. Si la RS no te permite ahorrar, vender más o ser más competitivo, entonces algo estás haciendo mal.
¿Qué es entonces responsabilidad social?
Es una cuestión de cómo te relacionas y cómo respetas a tus clientes, por ejemplo; o a tus colaboradores. Si los respetas, pueden estar más motivados, ser más productivos y quedarse en la empresa. Todo eso implica ahorro de dinero: no tienes que volver a contratar, no tienes que capacitar tanto, no hay tanta rotación.
No podemos decir que la RS no es filantropía porque ese es uno de los ejes. ¿Cómo hacer que la RS sea una estrategia de negocios? Enfócate a tu relación con los clientes, proveedores y colaboradores, que son los tres grupos de interés que te hacen vivir.