Hora de decir adiós a la crueldad animal en la industria alimentaria
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Hora de decir adiós a la crueldad animal en la industria alimentaria
Por: Sabina García, Gerente de Proyectos y Participación Corporativa, Humane Society
International, sgarcia@hsi.org
En años recientes, el bienestar animal se ha convertido en un tema prominente dentro del marco
de la Responsabilidad Social Empresarial en México y en el mundo y los consumidores- gracias
a sus decisiones de compra- son quienes están impulsando esta tendencia. Como resultado,
numerosas compañías alimentarias se están comprometiendo a mejorar el bienestar animal
dentro de su cadena de suministro; por ejemplo, no comprando carne de cerdo proveniente de
sistemas productivos donde las cerdas son alojadas en jaulas de gestación, o cambiando a huevo
proveniente de sistemas donde las gallinas no son confinadas en jaulas en batería.
En México, decenas de millones de gallinas ponedoras viven confinadas en jaulas en batería, tan
pequeñas que les impide estirar sus alas por completo. En la industria porcina, las cerdas
reproductoras también son confinadas en espacios tan reducidos, como las jaulas de gestación,
que no pueden siquiera darse la vuelta.
Afortunadamente, el mundo está cambiando y rechaza estos sistemas de confinamiento intensivo
para animales de producción. Gobiernos alrededor del mundo, incluyendo la Unión Europea,
numerosos estados de Estados Unidos y Canadá han prohibido algunas prácticas de
confinamiento; así mismo, los productores más grandes también están realizando la transición a
sistemas de alojamiento con mayores estándares de bienestar animal en granjas productoras.
Felizmente, la industria alimentaria es parte de la solución. Humane Society International y su
organización matriz, The Humane Society of the United States han trabajado por años con
empresas alimentarias multinacionales para mejorar el bienestar animal. Hasta ahora más de 60
empresas alimentarias –incluyendo McDonald’s, Burger King y Subway – se han comprometido
a eliminar las jaulas de gestación de su cadena de suministro en los Estados Unidos. Igualmente,
un creciente número de empresas alimentarias en México están adoptando las mismas políticas.
Arcos Dorados, la franquicia más grande de McDonald’s en el mundo, anunció el año pasado
que todos sus proveedores de carne de cerdo en Latinoamérica, incluyendo México, deberán
presentar planes de transición a sistemas libres de jaula para cerdas madre. Eurest, empresa líder
proveedora de servicios alimentarios en México, Starbucks y Hyatt Regency Ciudad de México
se comprometieron recientemente a no comprar más huevo y cerdo proveniente de instalaciones
donde los animales son confinados en jaulas.
El Director de Salud, Seguridad, Sustentabilidad y Calidad en Eurest México, Miguel Ángel
Espinosa, aseguró que: “El confinamiento en jaulas no es una práctica sostenible y la transición
a sistemas libres de jaula y de mayor bienestar es el paso correcto a tomar
.”
Estas empresas comprenden que tratar mejor a los animales es bueno para los negocios. A los
clientes e inversionistas les importa la forma en la que los animales son tratados y para la
mayoría de los mexicanos el confinamiento de los animales en jaulas va en contra de los
principios éticos de cómo deben ser tratados los animales. Los consumidores rechazan la
crueldad animal y se oponen a la inmovilización de por vida de animales sintientes e inteligentes.
En un reporte de la industria alimentaria de 2008, Citigroup advirtió que “…existen numerosos
riesgos potenciales a nivel mediático que podrían empeñar la imagen de empresas restauranteras,
incluyendo las preocupaciones referentes a la crueldad animal…”, y la Corporación Financiera
Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) declaró que “en el caso del bienestar animal, no
lograr el mantener el ritmo de las cambiantes expectativas del consumidor y las oportunidades
del mercado pone a las empresas y sus inversores en una desventaja competitiva.”
Humane Society International es una de las organizaciones de protección animal más grandes
del mundo y trabaja de la mano con empresa alimentarias y hoteleras, así como con productores
de huevo y cerdo en México para promover la adopción de políticas de suministro libres de
jaula y asegurar que las preocupaciones éticas de sus clientes e inversionistas estén reflejados
en las políticas de Responsabilidad Social dentro de la empresa. www.hsi.org @hsiglobal
Semblanza
Sabina es Lic. en Relaciones Internacionales por la U.N.A.M., tiene una Especialidad en
Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad y un diplomado por el Instituto
Latinoamericano de Ciencias de Perú en Cambio Climático y Protocolo de Kioto. Ha colaborado
en proyectos de movilidad y sustentabilidad urbana, acciones de mitigación y adaptación al
cambio climático, cooperación internacional, entre otros. Ha sido voluntaria en The Nature
Conservancy, Naturalia y WWF.
Hora de decir adiós a la crueldad animal en la industria alimentaria
Por: Sabina García, Gerente de Proyectos y Participación Corporativa, Humane Society
International, sgarcia@hsi.org
En años recientes, el bienestar animal se ha convertido en un tema prominente dentro del marco
de la Responsabilidad Social Empresarial en México y en el mundo y los consumidores- gracias
a sus decisiones de compra- son quienes están impulsando esta tendencia. Como resultado,
numerosas compañías alimentarias se están comprometiendo a mejorar el bienestar animal
dentro de su cadena de suministro; por ejemplo, no comprando carne de cerdo proveniente de
sistemas productivos donde las cerdas son alojadas en jaulas de gestación, o cambiando a huevo
proveniente de sistemas donde las gallinas no son confinadas en jaulas en batería.
En México, decenas de millones de gallinas ponedoras viven confinadas en jaulas en batería, tan
pequeñas que les impide estirar sus alas por completo. En la industria porcina, las cerdas
reproductoras también son confinadas en espacios tan reducidos, como las jaulas de gestación,
que no pueden siquiera darse la vuelta.
Afortunadamente, el mundo está cambiando y rechaza estos sistemas de confinamiento intensivo
para animales de producción. Gobiernos alrededor del mundo, incluyendo la Unión Europea,
numerosos estados de Estados Unidos y Canadá han prohibido algunas prácticas de
confinamiento; así mismo, los productores más grandes también están realizando la transición a
sistemas de alojamiento con mayores estándares de bienestar animal en granjas productoras.
Felizmente, la industria alimentaria es parte de la solución. Humane Society International y su
organización matriz, The Humane Society of the United States han trabajado por años con
empresas alimentarias multinacionales para mejorar el bienestar animal. Hasta ahora más de 60
empresas alimentarias –incluyendo McDonald’s, Burger King y Subway – se han comprometido
a eliminar las jaulas de gestación de su cadena de suministro en los Estados Unidos. Igualmente,
un creciente número de empresas alimentarias en México están adoptando las mismas políticas.
Arcos Dorados, la franquicia más grande de McDonald’s en el mundo, anunció el año pasado
que todos sus proveedores de carne de cerdo en Latinoamérica, incluyendo México, deberán
presentar planes de transición a sistemas libres de jaula para cerdas madre. Eurest, empresa líder
proveedora de servicios alimentarios en México, Starbucks y Hyatt Regency Ciudad de México
se comprometieron recientemente a no comprar más huevo y cerdo proveniente de instalaciones
donde los animales son confinados en jaulas.
El Director de Salud, Seguridad, Sustentabilidad y Calidad en Eurest México, Miguel Ángel
Espinosa, aseguró que: “El confinamiento en jaulas no es una práctica sostenible y la transición
a sistemas libres de jaula y de mayor bienestar es el paso correcto a tomar
.”
Estas empresas comprenden que tratar mejor a los animales es bueno para los negocios. A los
clientes e inversionistas les importa la forma en la que los animales son tratados y para la
mayoría de los mexicanos el confinamiento de los animales en jaulas va en contra de los
principios éticos de cómo deben ser tratados los animales. Los consumidores rechazan la
crueldad animal y se oponen a la inmovilización de por vida de animales sintientes e inteligentes.
En un reporte de la industria alimentaria de 2008, Citigroup advirtió que “…existen numerosos
riesgos potenciales a nivel mediático que podrían empeñar la imagen de empresas restauranteras,
incluyendo las preocupaciones referentes a la crueldad animal…”, y la Corporación Financiera
Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) declaró que “en el caso del bienestar animal, no
lograr el mantener el ritmo de las cambiantes expectativas del consumidor y las oportunidades
del mercado pone a las empresas y sus inversores en una desventaja competitiva.”
Humane Society International es una de las organizaciones de protección animal más grandes
del mundo y trabaja de la mano con empresa alimentarias y hoteleras, así como con productores
de huevo y cerdo en México para promover la adopción de políticas de suministro libres de
jaula y asegurar que las preocupaciones éticas de sus clientes e inversionistas estén reflejados
en las políticas de Responsabilidad Social dentro de la empresa. www.hsi.org @hsiglobal
Semblanza
Sabina es Lic. en Relaciones Internacionales por la U.N.A.M., tiene una Especialidad en
Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad y un diplomado por el Instituto
Latinoamericano de Ciencias de Perú en Cambio Climático y Protocolo de Kioto. Ha colaborado
en proyectos de movilidad y sustentabilidad urbana, acciones de mitigación y adaptación al
cambio climático, cooperación internacional, entre otros. Ha sido voluntaria en The Nature
Conservancy, Naturalia y WWF.
Datos
En años recientes, el bienestar animal se ha convertido en un tema prominente dentro del marco de la Responsabilidad Social Empresarial en México y en el mundo y los consumidores- gracias a sus decisiones de compra- son quienes están impulsando esta tendencia.
Como resultado, numerosas compañías alimentarias se están comprometiendo a mejorar el bienestar animal dentro de su cadena de suministro; por ejemplo, no comprando carne de cerdo proveniente de sistemas productivos donde las cerdas son alojadas en jaulas de gestación, o cambiando a huevo proveniente de sistemas donde las gallinas no son confinadas en jaulas en batería.