Guía de consumo responsable : la otra cara del consumo
EDITA: CAMPAÑA DE CONSUMO RESPONSABLE DE GRANADA www.consumoresponsable.com info@consumoresponsable.com COLABORA: AREA DE MEDIO AMBIENTE, SALUD Y CONSUMO DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE GRANADA La campaña de consumo responsable de Granada está formada por los siguientes colectivos y asociaciones: AKIBA AL-ANDAR ASOCIACION PRO DERECHOS HUMANOS DE ANDALUCIA AZOGUE COMUNIDAD DE SAN FRANCISCO CONSUMO CUIDADO INGENIEROS SIN FRONTERAS RARA AVIS SETEM TRAPERAS DE EMAUS
INDICE
INTRODUCCION 1. CONSUMO MUNDIAL; CONSUMISMO; CONSECUENCIAS
1.1. El consumo se ha globalizado 1.2. Consecuencias sociales 1.3. Consecuencias ecológicas: deteriorando el medio ambiente.
2. HACIA UN CONSUMO RESPONSABLE
2.1. ¿Qué es el consumo responsable? 2.2. El consumo crítico: consumo ético 2.3. Consumo solidario 2.4. Consumo ecológico
3. GUIA PRACTICA: ALGUNAS IDEAS PARA PRACTICAR EL CONSUMO RESPONSABLE
3.1. Comercio justo 3.2. Agua 3.3. Energías 3.4. Alimentación, producción local y agricultura ecológica 3.5. Transporte 3.6. Residuos 3.7. Ahorro responsable y financiación solidaria
4. CONCLUSIONES 5. BIBLIOGRAFIA: PARA SABER MÁS...
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INTRODUCCIÓN
En nuestra sociedad, el consumo es un factor clave, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista cultural. El acto de consumir no es arbitrario ni inocente. Muchas veces el miedo a la falta de estima social y al aislamiento lleva a los individuos a comer, alojarse y vestir, como lo hace la clase social «modelo». H. Marcuse distinguía dos tipos de necesidades en relación con el consumo que las personas intentan satisfacer: las necesidades verdaderas o necesidades vitales (alimentación, vivienda, vestido,...), y las necesidades falsas, que son las que están determinadas por fuerzas sociales y culturales. Las personas pueden sentirse felices al satisfacer estas últimas, pero no han sido diseñadas pensando en ellas y en su felicidad, sino para aumentar el consumo y con él, la producción. La persona entra así en una cadena de dependencia y esclavitud, fraguada 4 por el afán de acumulación y potenciada desde un sistema que la necesita como elemento que consume. Todo esto es manipulado también por fuerzas culturales donde la publicidad desempeña un papel muy importante. En ningún otro aspecto de la vida somos guiados con tanta insistencia y derroche. Por ejemplo, desde 1997 el gasto en publicidad en España ha sido superior al presupuesto del Ministerio de Educación y Cultura. El consumo se ha convertido en un acto que da sentido a la persona inmersa en una crisis de ideales. Esta crisis es el caldo de cultivo necesario e interesado, para que las personas no sean seres autónomos, pues son una pieza clave del engranaje producción-consumo. Ya en los años cincuenta, con la naciente sociedad de consumo, los críticos de la cultura de masas alertaban de cómo las sociedades indus-
triales privan a los seres humanos de libertad. La forma de vida consumista de los países del «Norte» no es universalizable porque no puede ser para todos. En Julio de 1999 el Secretario General de la ONU, Koffi Annan, anunciaba en Ginebra que el número de pobres en el mundo se
es la razón de la Guía de Consumo Responsable. Es, pues, necesario modificar nuestra forma de vivir y, más en concreto, nuestras pautas de consumo, tomando además decisiones colectivas que estén dirigidas a hacer posible un Planeta más habitable y más justo.
Si todo el mundo consumiera de la misma manera que lo hacemos los ciudadanos de los países industrializados, se necesitarían tres planetas Tierra
había duplicado desde 1974. Además, el nivel de consumo de los países más desarrollados no es sostenible. Según el Informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), si todo el mundo consumiera de este modo se necesitarían tres planetas Tierra. Esta realidad está exigiendo a la humanidad un cambio, una nueva ética, nuevas formas de relación entre las personas y de éstas con el medio que las rodea: esta 5 Todo individuo, familia, organización o comunidad tiene un papel vital que cumplir. Las instituciones, los medios de comunicación, las ONG, las empresas y los gobiernos están llamados a elaborar una propuesta factible y viable. La Plataforma por un Consumo Responsable de Granada quiere hacer una pequeña aportación en este sentido con la elaboración de la «Guía de Consumo Responsable: la otra cara del consumo».
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COMERCIO MUNDIAL. CONSUMISMO. CONSECUENCIAS
1.1. El consumo se ha globalizado
La globalización, entendida como la actual estrategia económica de acumulación de capital y liberalización absoluta de mercados, es el resultado de unos procesos que comienzan con el fin de la IIª Guerra Mundial. Aparecen entonces las instituciones de Bretton Woods: Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI) y el GATT (tratado de libre comercio reconvertido en la actual Organización Mundial del Comercio –OMC-). Es la época de la reconstrucción de Europa y Japón, la descolonización de Asia y África y la aparición del concepto de “Tercer Mundo” para definir la pobreza extendida a escala planetaria a causa de estructuras injustas de explotación. Y es que la descolonización “política” de Asia, África y América, no fue acompañada de una descolonización económica (las grandes empresas occidentales, de acuerdo con pésimos gober7
nantes, seguían explotando los recursos de aquellos países con los ingentes beneficios que producían).
Durante los años 60 los países empobrecidos ven como una solución el “pedir prestado” a los bancos y estados occidentales, que les hacían sugerentes ofertas. Aparece entonces la deuda externa. El problema empeoró debido, por una parte, a la crisis del petróleo (1973), época en la que subieron todos los intereses de los préstamos. La conversión del dólar en el patrón económico (sustituyendo al oro), y las feroces políticas neoliberales de los gobiernos de R. Reagan y M. Thatcher en los años ochenta propiciaron nuevas subidas de interés. Como solución al incremento de la deuda externa de esos países, se les ofrecieron nuevos préstamos para pagar los anteriores a condición de aceptar unos planes de ajuste estructural propuestos por el BM y el FMI: esto es, para pagar la deu-
da los estados deben comprometerse a reducir el gasto público y flexibilizar los mercados de trabajo y mercancías. Esto se traduce en reducción de gastos en sanidad, educación, protección del medioambiente, reducción de partidas sociales, privatización de empresas y bienes públicos... Los resultados son catastróficos para las poblaciones, que quedan aún más desprotegidas. Actualmente la situación mundial puede verse reflejada en los siguientes datos: ·Las 50 empresas transnacionales (TNC´s)más grandes del mundo, tienen cifras de ventas mayores que el PIB de los 150 países más pobres del planeta. ·Las 225 personas más ricas acumulan más dinero que el 50% de la población más pobre. ·En los años 60, el 20% de la población más rica del planeta acumulaba 30 veces más riqueza que el 20% más pobre; treina años después, en los 90, la diferencia había aumentado hasta 82 veces (es decir los más ricos se siguen haciendo más ricos y los pobres más pobres). Todo el proceso anteriormente descrito se ha acelerado por dos aspectos de la globalización que, aunque puedan parecer contradictorios, son en realidad comple8
mentarios: 1º.-Aspectos “liberalizadores”, la libertad de mercado como dogma de la nueva religión capitalista, con tres consecuencias inmediatas: a) Aumento de las relaciones comerciales. El aumento de la producción mundial a partir de los años 50 en EE.UU. y posteriormente en Europa motivó un aumento del consumo de innumerables nuevos productos y en mayores cantidades. Surge la llamada “sociedad de consumo”. El consumo, que los gobiernos consideran un “bien social” – motor de la economía-, está llegando a niveles insostenibles hoy día. b) Las multinacionales cada vez son más grandes y su número menor. Algunas de ellas tienen más poder que muchos estados del sur. Son las principales interesadas en la libre circulación de mercancías, pues aprovechan para producir en aquellos países donde se les paga menos a los trabajadores, tienen menos trabas relacionadas con el medioambiente y donde, al fin, obtienen los menores costes de producción a costa de quienes sea y lo que sea. Así se consigue la tan deseada competitividad, abaratar el precio del producto y vender más.
c) Los flujos de dinero (libre circulación de capitales) a través de los nuevos templos de poder -las bolsas-, son cada vez mayores y no tienen verdadera relación con las mercancías que se venden. Es decir, de los 400 billones de dólares que se mueven anualmente en el mundo, únicamente 10 billones se corresponden con el pago real de mercancías. 2º.-Aspectos proteccionistas , marcados por los países ricos. Se establecen medidas en contra de los países más débiles, tendentes a mantener el nivel de bienestar de los ricos. Algunas de estas medidas son: a) Fijar en las bolsas de materias primas de occidente los precios de las mismas de acuerdo a los intereses de las multinacionales del Norte. b) A los productos ya manufacturados que intentan vender directamente los países del Sur se les ponen gravosos aranceles. c) Las nuevas tecnologías están “patentadas” por las empresas del Norte de modo que el acceso a ellas no es igual para todos. d) La publicidad está en manos de las empresas del Norte. e) No existe libertad en el ámbi9
to del mercado del trabajo, es decir, los trabajadores de los países pobres no tienen derecho a circular libremente por los países ricos. f) Aumenta el gasto en seguridad y defensa militar en los países del Norte (OTAN) ante futuros conflictos fruto del aumento de la pobreza y la exclusión social. Las repercusiones de esta situación mundial son: ·Aumento de la pobreza y de los conflictos bélicos. ·Concentración del poder económico y político en cada vez menos manos. ·Masivos movimientos migratorios de gente que intenta escapar de la indigencia en que están sumidos países enteros. ·Destrucción masiva del medioambiente para mantener el ritmo de crecimiento económico a costa de lo que sea.
1.2. Consecuencias sociales
a) Los pobres de la globalización El consumismo excesivo y sin medida es causa de desigualdades socioeconómicas que son cada vez más agudas. La propia ONU
reconoce que «el proceso de mundialización está concentrando el poder y marginando tanto a los países empobrecidos como a la gente más pobre de los países enriquecidos» (PNUD). Según la ONU mueren de hambre diariamente 70.000 personas en el mundo y 828 millones están desnutridas de forma grave y permanente (FAO). Las consecuencias directas e indirectas son muchas: pobreza, hambre, movimientos migratorios, refugiados, desempleo, aumento incontrolado de la economía sumergida, deterioro medioambiental, etc. Estas consecuencias también son palpables en el mundo rico, es el denominado “cuarto mundo”. En España viven 8.509.000 personas bajo el umbral de la pobreza. Los estudios sobre la pobreza revelan un horizonte de precariedad social que contrasta con las cifras de crecimiento y desarrollo que difunden los analistas financieros españoles. La pobreza y la exclusión social no son, por tanto, fenómenos aislados. Dentro de todos estos procesos, los más perjudicados son, como siempre, los más débiles y, dentro de ellos, los niños, incapaces de defenderse y las mujeres, doblemente pobres entre los pobres y doblemente marginadas. Las grandes empresas multinacionales elaboran y controlan los mercados de la mayoría de los
productos que compramos aquí y con sus políticas ahondan aún más el abismo existente entre ricos y pobres. En la búsqueda a toda costa del crecimiento y el máximo beneficio económico desde la perspectiva del capital, la defensa de los Derechos Humanos y del medio ambiente son distorsiones del mercado y, en consecuencia, ha de ser reducida y reprimida. La prueba más palpable la pudimos ver en el juicio entre el Gobierno de Sudáfrica y las 39 empresas fabricantes de medicamentos sobre el derecho del primero a importar medicinas contra el SIDA. Este es sólo un ejemplo de las cruciales y enormes tensiones entre los intereses particulares y los universales, entre el bien común y el beneficio privado, por las que atraviesa el sistema internacional y que forman parte del inexorable proceso de globalización económica. Lo que la humanidad se jugaba allí no era sólo la posibilidad de que 4,2 millones de personas pudieran tener acceso a un tratamiento que les alargara la vida y aliviara su sufrimiento, sino la lucha entre mercado y salud. Esto es extensible a otras muchas esferas económicas y de la vida cotidiana. Las grandes transnacionales han mostrado, sin tapujos, su verdadero rostro y han defendido con uñas y dientes “sus derechos”, sus beneficios y derechos para ellos fundamentales garantizados por la Organización Mundial del Comer10
cio. Sólo la reacción de amplios sectores de la sociedad ha hecho retroceder a estas empresas ante los perjuicios del deterioro de su imagen. El incumplimiento de los acuerdos de Kioto sobre cambio climático podría ser otro dramático ejemplo. Recientemente tuvimos la oportunidad de escuchar las declaraciones del presidente de los Estados Unidos, advirtiendo de que su país (responsable de un 40% de las emisiones de CO2 enviadas a la atmósfera), no tenía intención de cumplir esos acuerdos reduciendo sus índices de contaminación. George Bush cedía así a las presiones e intereses de las grandes empresas norteamericanas, haciéndose su portavoz y amenazando con la recesión económica en caso de aplicar los acuerdos, de nuevo defendiendo los intereses particulares pero en nombre del bien público. b)Explotación Infantil Actualmente, en los países empobrecidos del Sur es frecuente el trabajo infantil. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha cifrado en 250 millones los niños y niñas de entre 5 y 14 años que trabajan en todo el mundo. La mitad de ellos lo hacen en condiciones de esclavitud. Sin embargo, esta cantidad puede ser mucho más elevada, puesto que los menores que trabajan junto a su familia en el
campo o en talleres ilegales, como vendedores ambulantes, en el servicio doméstico o los que ejercen la prostitución, quedan normalmente al margen de las estadísticas. La principal causa de esta situación es la pobreza, de ahí que, aunque este problema esté extendido por todo el mundo, es en los países del Sur donde existe un número más elevado de niños y niñas explotados (95% del total mundial): así, encontramos en Asia el 61%, en África trabaja uno de cada tres menores y en América Latina uno de cada cinco. Dentro de los sectores donde estos niños y niñas realizan su trabajo, el agrícola es el que agrupa un mayor porcentaje con casi un 90%. También dentro del sector primario, la minería tiene una especial mención no tanto por el numero, sino por las duras condiciones de trabajo. El segundo sector es el de la industria, generalmente de producción nacional, pero cada vez se están ampliando más las subcontratas de servicios de las grandes multinacionales. Esto supone igualmente malas condiciones de trabajo tanto para los niños y niñas, como para las personas adultas que no tengan otra manera de sustentarse. Esta situación impide que los niños y niñas se desarrollen. El trabajo afecta a sus posibilidades de escolarización ya que generalmente la jornada escolar coincide con 11
la laboral. Esta temprana actividad laboral influirá además, de forma decisiva, en su vida de adulto, tanto en aspectos de salud como en problemas de autoestima, etc. En el caso de las niñas estas condiciones son peores ya que suelen sufrir abusos sexuales, acceden a la educación en menor medida y su situación perpetúa no sólo la pobreza de millones de mujeres en todo el mundo, sino también su discriminación por razones de sexo. c) Maquilas La maquila es un buen ejemplo del modelo de producción neoliberal dentro de los procesos a los que antes hemos hecho referencia. Maquila es una empresa a la que un contratista, generalmente una gran empresa transnacional, le proporciona materias primas o componentes que ella ensambla, generando un producto final que vende al contratante o a una tercera empresa. Se encuentran generalmente en zonas libres de aranceles en las que los empresarios concertados y organizados internacionalmente hacen trabajar a la población local en unas condiciones laborales pésimas y con sueldos de miseria. Por ejemplo, en Guatemala, las mujeres de empresas textiles viven en las fábricas en las que trabajan y no suelen tener libertad para abandonarlas; como ellas mismas afirman están privadas de libertad sin haber cometi-
do ningún delito. Estas zonas francas son áreas delimitadas físicamente por muros y de acceso controlado, tienen un régimen fiscal especial: no se paga ningún impuesto ni tarifa aduanera por la importación de las piezas y la exportación de los productos elaborados y hay plena libertad para la repatriación de capitales. El interés de las empresas contratistas de estos sectores es reducir el coste de la mano de obra y buscan países donde los salarios son más bajos. A este tipo de empresas pertenecen sobre todo los sectores del textil, juguetes, electrónico, deportivo..., en tareas que requieren poca tecnología y abundante mano de obra barata. En las maquilas la mano de obra es preferentemente femenina, joven, sin experiencia y con poca información sobre sus derechos laborales y constitucionales. Mucha mano de obra proviene de zonas rurales pobres, con niveles de alfabetización bajos. El sueldo que se paga en las maquilas suele ser inferior al salario mínimo legal (si es que este existe). Las cuotas de producción son muy altas y las condiciones insalubres. Las bajas por enfermedad no existen, ni los permisos para alguna necesidad. En algunas maquilas el patrono da unos días de permiso sin sueldo cuando las mujeres dan a luz, en otras las despiden al cumplir los nueve meses de embara12
zo, y a bastantes les hacen las pruebas del embarazo antes de contratarlas. Si el resultado es positivo no entran en las fábricas. Las condiciones de iluminación de las maquilas suelen ser pésimas, así como la ventilación, precisamente en talleres donde se producen grandes acumulaciones de polvo, pelusa de las telas o productos químicos. No existe seguridad, son frecuentes los incendios que la mayoría de las veces acaban con balance trágico debido a la extendida costumbre de cerrar las plantas para que las trabajadoras no se escapen o roben el material. En muchos países las trabajadoras viven hacinadas en naves construidas cerca de la planta de producción. El arma más poderosa que tienen los empresarios es la violencia, tanto física como psicológica, verbal o sexual. Si alguna de las trabajadoras intenta denunciar u organizar alguna protesta, es despedida, cuando no asesinada. Es por ello por lo que hay pocos sindicatos independientes o, si los hay, son comprados y manipulados por la empresa. En los casos en los que se han dado protestas los empresarios han reubicado la planta en otras zonas o países con alto índice de desocupación. La justificación, tanto de los empresarios como de los poderes gubernamentales, ante esta situación es la mejora económica e industrial
de la zona donde se instalan. Pero esto no es cierto. No hay una verdadera transferencia tecnológica del Norte al Sur, puesto que los procesos que se realizan en las maquilas son muy sencillos, lo que impide que los trabajadores y trabajadoras puedan cualificarse. Los beneficios reales siguen estando en mano de las minorías que ostentan el poder político y económico. Todo esto está influyendo en la desaparición de la industria local y en la dependencia de capitales extranjeros ya que las divisas conseguidas son utilizadas en buena parte para pagar la deuda externa. d) ¿Qué podemos hacer? •Exigir a todos los países el cumplimiento de las normativas internacionales contra la explotación de la infancia (Convenio 138 de la OIT). •Apoyar proyectos educativos, a través de las distintas ONGs, adecuados a la realidad de cada país, principalmente de Educación Básica, ya que la educación es uno de los recursos principales para eliminar la explotación. •Puesto que estas empresas multinacionales subsisten gracias a millones de pequeñas aportaciones de todos nosotros, los consumidores tenemos mucho que aportar, por ejemplo, practicando un consumo responsable, esto 13
es eligiendo los productos elaborados y comercializados bajo las reglas del comercio justo y las fabricadas por empresas que respeten tanto a los trabajadores como el medio ambiente. •No dejarnos engañar por mensajes publicitarios y empezar a exigir y a conocer: de donde viene el producto que compramos y bajo que condiciones laborales se ha producido. Otro instrumento con el que contamos los consumidores/as es el boicot , que es una campaña social organizada por los consumidores que establecen una interrupción temporal de la compra de uno o más productos de ciertas empresas. Se pretende así que estas disminuyan considerablemente su volumen de ventas para que con esta presión, decidan cambiar su actitud. Los boicots más conocidos que se han hecho hasta ahora han sido a las siguientes marcas: Nestlé, Nike, L’Oreal, Shell, Bacardi, Dior, Johnson, Levi Strauss, McDonals, Suzuki, etc. •Exigir a los estados que las empresas que se instalen en los países del Sur tengan establecidos códigos éticos. Es decir, códigos de conducta que se encargan de controlar las prácticas laborales de determinadas empresas. Se pretende investigar el salario mínimo del país, las condiciones de salubridad de los trabajadores y trabajadoras, la edad en
que comienzan a trabajar, etc. La mayoría de las multinacionales se ven obligadas a establecer códigos de conducta debido a la intervención de diversas ONGs, asociaciones de Derechos Humanos, de consumidores, etc., las cuales criticaban el incumplimiento de las normas básicas internacionales dictadas por la OIT.
1.3. Consecuencias ecológicas: deteriorando el medio ambiente.
Nuestro consumo está provocando las grandes crisis planteadas en el ámbito planetario: la degradación del medio ambiente y el agravamiento de la pobreza. Nuestro mundo desarrollado está malgastando y agotando los recursos de la Tierra a un ritmo desmesurado, como si estos recursos fueran infinitos. Hoy esta parte “civilizada” del planeta está agotando esos preciosos recursos que tardaron millones de años en formarse, que son patrimonio de la humanidad y que estamos dilapidando a espaldas de las otras tres cuartas partes de la humanidad. Es por ello por lo que se comienza a hablar ya de la deuda ecológica que los países ricos del Norte deberían pagar a los países pobres del Sur. Los diversos agentes económicos (FMI, BM, OMC, transnacionales, gobiernos de los estados...) han tenido poco en cuenta los efectos 14
perniciosos de la producción y el consumo sobre las economías de los países empobrecidos y sobre la ecología. Se está produciendo un grave deterioro del medio ambiente, el aire se satura de gases tóxicos, los ríos mueren o se contaminan, los suelos agrícolas se agotan, los mares sucumben bajo las cargas de residuos y sobreexplotación. Las fábricas de los países industrializados originan la mayoría de los desperdicios tóxicos y químicos del mundo, generalmente almacenados en desiertos y mares del tercer mundo empobrecido. Las centrales nucleares de los primeros han producido más del 96% de los residuos radioactivos; sus aparatos de aire acondicionado, atomizadores y fábricas, expulsan el 90% de los cloruros y fluoruros que destruyen la capa de ozono que protege al planeta; sus complejos militares constituyen más del 99% de las cabezas nucleares (World Watch Institute). Es evidente, por tanto, que los impactos ecológicos de nuestro consumo alcanzan el medio ambiente de los pobres. Nuestro apetito de papel y madera lleva como consecuencia la tala de bosques y la consiguiente extinción de un sin número de especies, tan importantes en el modo de vida de los países del Sur. Como hemos dicho, las provisiones de nuestro estilo de vida de consumidores (automóvi-
les, envoltorios, dietas cárnicas, aire acondicionado, etc.) sólo pueden conseguirse a base de un gran coste medioambiental. Si todas las personas del mundo utilizaran los recursos de la Tierra como lo hace la clase consumidora de los países industrializados, eso supondría la completa destrucción del planeta. El crecimiento del comercio internacional, la reducción de los precios del transporte y la política de las empresas transnacionales de ubicar sus fábricas en aquellos países en los que la producción les sale más barata, han provocado un aumento espectacular del consumo de productos fabricados en lugares lejanos. Esto supone una gran contaminación por el empleo de sistemas de transporte fundados en la quema de combustibles fósiles que crean el efecto invernadero. Esta crisis ecológica no es ya ningún secreto para nadie, es difundida no sólo por reconocidos institutos internacionales que se preocupan por el estado global de la Tierra, sino por infinidad de asociaciones y diversos organismos de la ONU. La actividad humana puede causar daños irreparables en la biosfera, y destruir las condiciones de vida que hacen habitable el planeta para los humanos.
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HACIA UN CONSUMO RESPONSABLE
2.1.-¿Qué es el Consumo Responsable?
Desde hace ya demasiados años, el poder político que debería gestionar la sociedad según la voluntad de la población, obedece ciegamente a los dictados del poder económico. Nuestros votos en las urnas no son, desde luego, suficientes para la construcción de una verdadera democracia. Como ciudadanos, nuestra acción política ha de extenderse a todas las esferas de la sociedad y de lo cotidiano. El consumo es una de esas esferas, una pieza fundamental en la que debemos incidir política y económicamente. Si conseguimos dotarnos de la información de la que actualmente carecemos, el consumo se puede convertir en una herramienta de cambio. Cada vez que compramos algo y pagamos dinero, ya sean cinco euros o cinco mil, estamos contribuyendo al éxito de esa empresa y sus métodos de producción. No se trata de una contribución 17 anecdótica, todo lo contrario: es la contribución clave. Ninguna empresa puede sobrevivir sin vender sus productos. Así pues nuestro consumo decide qué empresas van a ser las más poderosas. Pero para saber lo que compramos debemos disponer de información y, aunque la tenemos, nos llega tergiversada a través de la publicidad. No hay más que sentarse delante de la televisión y veremos como esta publicidad nos llega rodeada de suaves y entrañables melodías, nos habla de los valores que más apreciamos: la familia, el amor, la paz, el éxito, la belleza, etc., y lo hace de tal manera que consigue emocionarnos. Nadie diría que muchas de las empresas responsables de estos anuncios son causantes de la explotación, humillación e incluso de la muerte de seres humanos. Véase el caso de la promoción de tabaco en los países empobrecidos. De hecho, todos los secretos
publicitarios se resumen en uno: asociar el producto con lo que valoramos profundamente. Las circunstancias reales del producto son lo de menos. Por ello es importante plantearnos a la hora de elegir un producto: ¿En qué condiciones humanas y laborales se manufacturan los productos? ¿Cómo afectan las plantas de producción al lugar donde se ubican? ¿Cuál es el impacto ambiental de las actividades? Si dispusiéramos de esta información, se podría adjuntar a los criterios que normalmente utilizamos para escoger entre las distintas opciones de un mismo producto (me gusta, me queda bien, no es muy caro), otros que valorasen si estamos de acuerdo o no con la historia de los productos y la forma en que la empresa fabricante lleva a cabo sus actividades. La incorporación de este nuevo parámetro es lo que llamamos CONSUMO RESPONSABLE. Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para las personas y compatibles con la conservación de la naturaleza, es una gran contribución social y ecológica, y un decisivo instrumento de presión frente al mercado. El concepto de Consumo Responsable es muy amplio, como lo es la propia actividad de consumir, podemos, sin embargo, sintetizar-
lo en tres bloques: ·Consumo Ético. ·Consumo Solidario. ·Consumo Ecológico.
2.2.-El Consumo Crítico Consumo Ético.
Actualmente, la necesidad de organizar la economía según la justicia y el respeto al hombre, a los recursos y a la naturaleza, ya no es una cuestión de opinión moral o política, es un imperativo vital que nos exige a todos poner de nuestra parte. Las instituciones tienen que cumplir su cometido y así debemos exigirlo, pero no olvidemos que tenemos a nuestra disposición unos medios de intervención que pueden tener una influencia directa sobre los centros de poder económico. Esta posibilidad no deriva de derechos particulares garantizados por la ley sino de la voluntad de vivir de forma responsable lo cotidiano, como el trabajo, el ahorro y, sobre todo, el consumo. Un consumo crítico es aquel que se pregunta por las condiciones sociales y ecológicas en las que ha sido elaborado un producto o producido un servicio. Es una actitud diaria que consiste en elegir de manera meticulosa lo que compramos sobre la base de dos criterios: la historia del producto y la conducta de la empresa produc18
tora, señalándole al sistema los métodos productivos que aprobamos y los que condenamos. Un consumo ético sería el que se ejerce cuando se valoran las opciones como más justas, solidarias o ecológicas y se consume de acuerdo con esos valores y no solo en función del beneficio personal. Desde el consumo ético hacemos especial énfasis en la austeridad como valor, como una forma consciente de vivir, teniendo la capacidad de distinguir entre necesidades reales e impuestas y dándole más importancia a otras actividades que al hecho de consumir, organizándonos, además, a nivel colectivo, y garantizando así a todas las personas la satisfacción de sus necesidades fundamentales con el menor despilfarro. La incorporación de estos valores en nuestro consumo no tiene que disminuir el bienestar y la calidad de vida, más bien todo lo contrario. Es signo de bienestar comer carne, pero deja de serlo cuando constatamos en muchos de nosotros nuestros altos niveles de colesterol, o comemos con tanta abundancia que son frecuentes los problemas de obesidad. Parece “ventajoso” para nosotros trasladar las industrias contaminantes al Sur pero, ¿no estamos todos bajo la misma capa de ozono?, ¿no sube por igual en todo el planeta el nivel de los mares?, ¿acaso se puede establecer una frontera a la
onda expansiva de un accidente nuclear? Todo esto implica a todas las esferas de nuestra vida, a nuestras opciones más personales y supone, por tanto, un esfuerzo; pero no es algo imposible. Un primer paso sería esa toma de conciencia en el ámbito personal, y un segundo, compartir nuestras reflexiones para construir una conciencia colectiva. Este tipo de consumo implicaría dos aspectos fundamentales: •En primer lugar la búsqueda de información y la formación de un pensamiento crítico con la realidad que nos rodea, con los medios de comunicación y la publicidad, cuestionándonos qué hay detrás de cada cosa que consumimos y cuáles son sus consecuencias. •En segundo lugar, la reducción de nuestros niveles de consumo como una opción ética. Si nuestro modelo de desarrollo no es universalizable ni ecológicamente, ni por las estructuras injustas que genera, no es posible que mantengamos esta situación. Se trata de cambiar nuestro hábito de consumismo, optando por un modelo de bienestar y felicidad no basado en la posesión de bienes materiales. No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. Es, en definitiva, un cambio en nuestra escala de 19
valores y en nuestras prioridades. Esto nos permitiría, por ejemplo, dedicar una mayor parte de nuestro presupuesto a comer de forma sana, disfrutar nuestro ocio de una manera más constructiva, reducir nuestro tiempo de trabajo, invertir en solidaridad, etc. Esta propuesta de no-colaboración con un sistema económico que genera injusticia y destruye el medio ambiente es un deber moral y político fundamental. El sistema nos necesita como consumidores, somos el último eslabón de la cadena. El pequeño poder del consumidor puede ser muy eficaz
nuestro dinero, del tipo de embalaje que aceptamos o rechazamos. Lo que falta es desarrollar una conciencia crítica y verdaderamente solidaria acompañada de comportamientos más colectivos y políticos: cuando hacemos la compra no tenemos que dudar que somos poderosos y que las empresas están en una situación de profunda dependencia de nuestros comportamientos como consumidores y consumidoras. De nuestra responsabilidad y nuestro poder como consumidores se derivan unas obligaciones que podrían resumirse en:
Ser críticos con nuestro consumo, informarnos acerca de las condiciones en las que ha sido elaborado un producto; reducir, reutilizar y reciclar, así como practicar un consumo respetuoso con el medio ambiente, con las personas y las culturas, son las obligaciones del consumidor
tanto para nosotros como para los •Ser críticos con nuestro consumo Ser críticos con nuestro consumo, países del Sur; sólo habría que coy nuestra forma de vida, aplicanmenzar a reivindicar una mayor do valores éticos. informarnos acerca de las autodeterminación en apariencia poco política y heróica, de elec•Exigir información e informarnos condiciones en las que ha sido ción de nuestros alimentos, de de las condiciones sociaelaborado un acerca producto; nuestras compras para la vivienda, les y medioambientales en las de nuestros vestidos, del uso de que un producto o un servicio ha reducir, reutilizar y reciclar, así como
practicar un consumo 20 respetuoso con
sido elaborado, cómo ha llegado hasta nosotros y cuáles son sus consecuencias. •Reducir nuestro consumo, como opción ética y ecológica, optando por un modelo de bienestar y felicidad no basado en la posesión de bienes materiales, lo cual repercute tanto medioambiental como socialmente. •Practicar un consumo respetuoso con la naturaleza, reduciendo, reutilizando y, por último, reciclando y consumiendo productos ecológicos y artesanos. •Practicar un consumo solidario y socialmente justo, respetuoso también con las personas y las culturas, en el que por supuesto no existan la discriminación ni la explotación.
peñado un papel importante ya que, a través de él, los pueblos han intercambiado bienes, tecnología, modelos culturales, etc., permitiendo un recíproco enriquecimiento. En la actualidad el comercio está siendo cada vez más subordinado y uniformizado a las reglas del capitalismo en los países del Sur. La producción destinada única y exclusivamente hacia la exportación, está causando graves consecuencias para los pueblos. Entre otras, la pérdida de autosuficiencia alimentaria, el saqueo permanente de los recursos naturales y la imposición de hábitos de consumo irracionales ajenos a su tradición cultural. En este sentido las multinacionales y el capital no dividen al mundo en Norte y Sur o entre las diferentes culturas; la auténtica división que plantean es entre quienes pueden comprar, que constituyen el mercado, y quienes no pueden hacerlo, que representan algo inútil que pesa al mundo. Los intereses de las multinacionales que controlan gran parte de la producción y del comercio internacional, no es generalizar el consumo y el bienestar a toda la humanidad, sino reforzar los niveles de consumo entre los que tienen un nivel económico suficiente para gastar. En este contexto, nace el movi21
2.3 Consumo Solidario
A) Comercio Justo «Trabajan como esclavos, no tienen vacaciones ni días libres. Puesto que no pueden ir al servicio durante el trabajo, los niños tienen problemas de riñón. ¿Quieres llevar ropa confeccionada en estas condiciones? Sería muy bueno que el Norte sólo aceptara ropa producida de manera digna». A lo largo de la Historia de la humanidad, el comercio ha desem-
miento de comercio justo. Un movimiento que aglutina productores, organizaciones sociales, importadores y consumidores, teniendo como objetivos prioritarios: •Fomentar y potenciar el consumo responsable en nuestras sociedades. •Reducir la pobreza de los países empobrecidos del Sur del planeta, gracias a un sistema comercial equitativo y solidario que de a los productores del Sur, marginados, acceso a los mercados.
tura, identidad y condiciones de vida de los productores y para que el beneficio vaya a ellos y no a los intermediarios. → Historia
En 1964 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) tenía como lema «Comercio, No Ayuda». Allí se definieron una serie de propuestas a favor de una nueva relación entre los países más poderosos y los empobrecidos por la práctica del intercambio desigual y la ex-
El comercio justo humaniza las relaciones comerciales; así, los consumidores toman conciencia de la cultura, identidad, y condiciones de vida de los productores del Sur, y contribuyen decisivamente a que los beneficios repercutan en ellos y no vayan a manos de intermediarios
Las características del comercio justo son la igualdad y el respeto existentes entre los productores del Sur y las importadoras, tiendas de comercio justo y consumidores del Norte. El comercio justo humaniza el comercio al reducir al máximo posible la cadena producción/ consumo, para que los consumidores tomen conciencia de la culplotación de sus recursos. En un clima de búsqueda de nuevos planteamientos que posibilitaran alcanzar un nuevo orden económico mundial, nace como iniciativa basada en el equilibrio y la equidad, el Movimiento del Comercio Justo. En 1989, 40 organizaciones de comercio justo, pertene22
cientes a nueve países, fundaron la EFTA (Federación Europea de Comercio Alternativo). Con más de veinte años de retraso respecto a otros países europeos, a finales de 1986 surgieron en España las primeras iniciativas de comercio justo con la apertura de dos tiendas en el País Vasco -Traperos de Emaús- y otra en Andalucía -Cooperativa Sandino, actualmente IDEAS- , si bien tuvimos que esperar aún tres años más hasta la constitución de la primera organización de comercio justo como tal. Por tanto, debemos situarnos ya en la década de los noventa para encontrar los primeros esfuerzos de consolidación del comercio justo en nuestro país. Esta juventud constituye un dato fundamental a la hora de comprender la realidad actual del movimiento en España, y se refleja en diversos aspectos (volumen económico, desarrollo ideológico y organizativo,...). En efecto, en el apartado cuantitativo, veremos más adelante cómo las cifras de ventas en España actualmente en torno a los 700 millones de pesetas- están muy lejos de las que podemos encontrar en otros países de nuestro entorno más próximo, tales como Alemania, Países Bajos o el Reino Unido. Por lo que respecta a España, ciertamente podemos hablar de un “despertar tardío”, pero no es menos cierto que en los últimos años hemos sido testigos de un importante auge en el sector, no sólo en
cuanto a crecimiento cuantitativo, sino también en terrenos tan importantes como la expansión territorial y organizativa o el impacto social. En efecto, en sus primeros años de vida se trataba de una actividad marginal, en la que trabajaban pocas organizaciones que movían pequeñas cantidades de dinero. Fue en torno a 1994 cuando el movimiento comenzó a crecer y adquirir cierta solidez: las organizaciones más antiguas (Emaus-Erein, Ideas, Equimercado o Alternativa 3) crecieron, pasando algunas de ellas a ampliar sus actividades -de la mera venta minorista a acometer tareas de importación, distribución,...-, mientras comenzaba a despertarse el interés de otro tipo de entidades como ONG’s de desarrollo (Intermón, Sodepaz, Setem), empresas y medios de comunicación. Las distintas organizaciones existentes se hacen conscientes de la necesidad de aunar esfuerzos y canalizar el debate incipiente, dando lugar todo ello a la constitución en 1996 de la Coordinadora Estatal de Organizaciones de Comercio Justo. Muy interesante es también el surgimiento de diversas redes y asociaciones como REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria), que junto con AERES y REPRIS publican la revista Imagina, donde se dan a conocer experiencias y posibilidades en economía social y alternativa, comercio justo, inserción sociolaboral... 23
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Ambitos de acción
El movimiento de comercio justo funciona a tres niveles. •Comercialización: Se comercializan productos de los países empobrecidos, organizándose los productores en cooperativas y redes de producción y comercialización. •Sensibilización y campañas de presión política: A través de denuncias concretas o elaborando propuestas que llegan desde los parlamentos regionales, hasta el europeo. •Consumo responsable: Informando a los consumidores de los procesos de producción y comercialización de los productos que compra y bajo que condiciones sociales y medioambientales fueron elaborados, ya que el consumidor es la base sobre la que se sostiene el mercado. El movimiento de comercio justo ha intentado llegar a unos reglamentos internacionales que supusiesen un mínimo de garantía en la actual jungla de la división internacional del trabajo y del comercio internacional. Tres ejemplos son: •Cláusulas sociales: están basadas en las Convenciones adoptadas por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y am24
paran la libertad de asociación de los trabajadores, el derecho a la organización y a la negociación colectiva, la edad mínima de admisión al trabajo, la no-discriminación por motivo de raza, género, religión u opinión política y la abolición de los trabajos forzosos, como la explotación infantil. •Códigos de conducta: son documentos de buenas intenciones firmados por empresas que tienen la voluntad de respetar ciertas legislaciones laborales, basados principalmente en las cláusulas sociales de la OIT. Es evidente que para que el número de empresas que adopten estos códigos sea cada vez mayor y se apliquen realmente, es necesario la presión y la denuncia de los ciudadanos. •Etiquetas de garantía social: promovidas por el movimiento de comercio justo, garantizan que los productos adquiridos se han producido respetando unas condiciones laborales dignas para los productores. En el mundo existen actualmente tres sellos de Comercio Justo: TRANSFAIR (creado por EFTA en 1992), MAX HAAVELAR (de origen holandés) y FAIRTRADE ( en Gran Bretaña). Actualmente en España está en proceso de creación una etiqueta a nivel general, aunque si existen para cada una de las importadoras.
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Criterios de comercio justo
Los criterios sobre los que trabajan todos los eslabones de la cadena, son: •Los grupos productores deberán proceder de colectivos registrados como asociación o sociedad cuya estructura sea participativa y democrática.
•Eliminación de intermediarios y especuladores. •Fortalecimiento de redes de distribución y venta, ligándolas a movimientos sociales existentes, tanto en los países enriquecidos, como en el Sur empobrecido. •Política de precios transparentes.
Para que un producto sea considerado de comercio justo, debe estar producido en condiciones sociales y laborales dignas, ser pagado a un precio que permita la permanencia de un proyecto productivo concreto y eliminar la intermediación del proceso de distribución, ligándolo a movimientos sociales tanto en el Norte como en el Sur Para que un producto sea considerado •Las organizaciones de comercio •Fomento del manufacturado en justo deben trabajar con grupos el país de origen. de comercio justo, es fundamental que de los países del Sur que atraviesea producido con condiciones laborasen por problemas especiales, •Atención al impacto medioamdebido a su pobreza, restricciobiental depague los procesos de proles dignas, así como que se por nes comerciales, etc. ducción; se incentiva la utilizaél un precio que permita la permanención de recursos de la zona, así •Compensación justa a los gru- productivo cia de un proyecto concreto, como la agricultura ecológica. pos productores del Sur, pagancon eliminación de mano de obra infando un precio que permita la per•En el proceso productivo no til, de discriminación cualquier tipo manencia un proyecto pro- de existe explotación ni e mano de ductivo concreto. obra infantil, ni discriminación por intermediarios razón de sexo u otros. •Condiciones laborales dignas.
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B) Producción Artesanal y Local En la sociedad actual existe un sistema muy complejo de distribución de los alimentos. Esto significa que los alimentos frescos tardan unos cuantos días en llegar a la tienda y que el 20% de los productos más frágiles dejan de ser comestibles durante el viaje. La complejidad de la distribución también encarece los alimentos. Con gran diferencia, las mayores ganancias van a parar a los distribuidores en vez de a los agricultores. Esto debe hacernos reflexionar para cambiar nuestros hábitos a la hora de consumir, y optar más por los productos locales. Siempre que sea posible, las tiendas deben comprar productos frescos locales, reduciendo así el coste de transporte y el gasto de energía. El consumo de productos locales tiene unos beneficios que repercuten tanto en el consumidor, como en el productor y el medio ambiente: •las frutas y verduras frescas (especialmente si son ecológicas) son más ricas en nutrientes y beneficiosas para la salud. •comprar los alimentos cultivados y elaborados localmente significa apoyar a los agricultores y comercios de la zona. •una agricultura adaptada a la 26
comarca y diversificada, ayuda a mantener la tierra sana y un mundo rural vivo. Hay ocasiones en las que compramos productos de artesanía y no tenemos muy claro de donde proceden, ni quien los elabora. Para evitar esta falta de conocimiento tenemos dos opciones: por un lado comprar artesanía de comercio justo, y por otro adquirir productos locales, sobre todo artesanos. Con esta segunda opción estaremos contribuyendo a que no desaparezcan los oficios tradicionales de nuestra comarca como por ejemplo el esparto, la alfarería, la forja..., y por lo tanto, fomentando el empleo y el desarrollo de nuestro entorno. → ¿Qué podemos hacer?
•Siempre que puedas, compra productos frescos en las tiendas de tu propio barrio y evita adquirir los que han venido desde lejos. •Si vives cerca de una granja o de una huerta, pide regularmente a sus dueños frutas y verduras. Pregunta a tus amigos si estuviesen interesados en compartir un pedido contigo. •Busca en los mercados públicos los puestos de los campesinos. Esta regulado un porcentaje de puestos para ellos.
•Como consumidor tienes el deber y el derecho de exigir que se pongan etiquetas para saber la zona y localidad de la que proviene el producto. •Practica un consumo solidario y socialmente justo, tanto con otros países como con los más cercanos, respetando sus derechos laborales, la igualdad de género, derechos de la infancia, etc. •Difunde las ideas y filosofía del consumo responsable, organizándote, creando y apoyando iniciativas de economía alternativa, ecológica y social.
neficios a las grandes marcas de ropa (Benetton, Levi’s, Zara, Mango, Pepe....). En los últimos treinta años se han convertido en modernas industrias que utilizan tecnología muy avanzada y que han reducido en un 40% la necesidad de contratación de trabajadores. Asimismo, la producción se ha concentrado en diez o quince empresas en todo el mundo. Por otra parte, y a partir de los años 70 y 80 las grandes marcas europeas y americanas fueron desplazando su producción hacia países de Asia y Centroamérica motivados por la reducción de costes de
Las grandes marcas de ropa se han convertido en modernas industrias que utilizan tecnología muy avanzada, habiendo reducido en un 40% la necesidad de contratar trabajadores; asímismo, la producción se ha concentrado en diez o quince empresas de todo el mundo
C) Textiles y material deportivo. → Textiles los salarios, de los beneficios fiscales, y por un aumento de la producción, ya que se trabaja más de ocho horas diarias. Como acabamos de decir, esto supone problemas de explotación infantil y de las mujeres de los países donde estas empresas se establecen. 27
Con algo tan simple como vestirnos, contribuimos a mantener las grandes industrias que generan cada día miles de millones de be-
Como consecuencia se ha producido una deslocalización mundial del proceso de producción, dándose el caso de que en un país diseñan, en otro cortan y en otro cosen. Esto hace que la prenda viaje muchos kilómetros hasta que llega a nuestras tiendas, con el impacto ambiental que esto conlleva.
igual que el sector textil, es un gran negocio que está en manos de unas pocas empresas multinacionales europeas y americanas. Sin embargo, su producción está concentrada en el sudeste asiático para aprovechar los bajos costes de elaboración que van en detrimento del salario de los trabajadores. Pocos beneficios económi-
El calzado y material deportivo es un gran negocio en manos de unas pocas multinacionales europeas y americanas; sin embargo, su producción está concentrada en el sudeste asiático para aprovechar los bajos costes de elaboración que repercute en los salarios de los trabajadores
Por último queremos resaltar, en cuanto a la ropa, la importancia de la composición de las prendas que utilizamos. En los últimos años las fibras sintéticas como el poliester, la poliamida, el poliuretano y otras, más conocidas por su nombre comercial como tergal, nylon, o lycra, han ganado terreno. Su fabricación depende de un recurso natural no renovable, el petróleo, y su proceso de fabricación suele ser muy contaminante. → Calzado Deportivo cos y tecnológicos quedan en estas zonas del Sur. Así, las multinacionales como Nike, Reebok, Adidas o Puma hacen la vista gorda en la utilización del trabajo infantil para la elaboración de sus productos, pagando salarios de miseria, mientras gastan contratos multimillonarios a deportistas para hacer su publicidad y así aumentar sus ventas. A mediados de los años 90 diversas ONGs iniciaron una campaña para erradicar la producción de balones de fútbol por parte de ni28
El calzado y material deportivo, al
ños paquistaníes. Las ONG’s estimaron que casi diez mil niños de entre 7 y 14 años trabajan en sus casas o en pequeñas tiendas haciendo balones a un salario que no llega al mínimo legal. Esta presión se materializó en el acuerdo firmado en 1.997 con la OIT y UNICEF para erradicar el trabajo infantil en la fabricación de balones. Aún así en 1.998, un 20% de los balones que llegaban a los EEUU eran fabricados por menores, y en el sector hay denuncias generalizadas sobre malos tratos y explotación. → Alternativas.
defecto de fabricación ”. Esta consistió en devolver a las fábricas (Adidas y Nike) las zapatillas de deporte porque venían con un defecto: estaban elaboradas por mano de obra infantil. Actualmente se encuentra en marcha la campaña «ropa limpia». •Usa prendas de vestir de fibras naturales (lana, lino, cáñamo, algodón) o de material reciclado o reciclable.
2.4. Consumo Ecológico
Si echamos una mirada atrás en el tiempo para ver cómo ha cambiado nuestra forma de producir y de consumir, veremos que las culturas tradicionales que identificaban a las personas con su entorno social y ecológico han ido desapareciendo. El modelo campesino basado en una producción diversificada para el autoabastecimiento sin perjudicar al entorno ha sido destruido. A principios del siglo XX se acentúa el desarrollo industrial en torno a las grandes ciudades y el abandono de los pueblos y de la industria artesanal en éstos, pasando a depender cada vez más el medio rural de las ciudades y del capital. Las poblaciones humanas se concentran en grandes núcleos urbanos donde se pierde la relación con el medio físico y los recursos naturales. 29
•Compra zapatillas deportivas elaboradas en tu entorno más cercano o de comercio justo. •Compra zapatos de la asociación Greenpeace que son elaborados con productos naturales que no contaminan y sobre todo, de los que parte de los beneficios van destinados a proyectos de protección del medio ambiente. •Difunde que muchas de las zapatillas de marca y material deportivo que compramos están realizadas con mano de obra infantil o explotada. •Participa en las campañas de boicot y sensibilización. En Europa desde el año 1998 se llevó a cabo una campaña de sensibilización sobre zapatillas de marca que se llamó “zapatillas con
En los años 50, en el medio rural tiene lugar la llamada «Revolución Verde», concepto lanzado por el Banco Mundial como garantía de la seguridad alimentaria y el fin del hambre en todo el mundo. Se basa en la mecanización masiva y en la utilización de grandes cantidades de abonos artificiales y fitosanitarios en la industria agraria. Para adaptarse a estos cambios se necesitaba una gran inversión que los pequeños propietarios no podían asumir, por lo cual comenzó a cambiar la estructura de la propiedad, concentrándose en cada vez menos manos y provocando éxodo en el campo y envejecimiento de la población rural. Este fenómeno se ve acentuado por las políticas derivadas de la inclusión de los Estados en organismos financieros internacionales, que cambian la normativa sobre el uso de los recursos e incentivan a las grandes explotaciones agrícolas y ganaderas de carácter industrial más rentables en términos económicos. Los procesos de globalización económica están transformando la estructura socioeconómica del medio rural. La producción se desplaza a otros países con menos costes de producción y menos protección ante los crímenes ecológicos. Todo esto va encaminado a una producción destinada más al mercado que a las personas. El productor se convierte en cliente dependiente de las multinaciona-
les agroquímicas (que le suministran semillas, fitosanitarios, combustible,...) y en proveedor de materia prima barata para la industria alimentaria y las grandes cadenas de alimentación. En definitiva, se está imponiendo un modelo arrasador que provoca desaparición de culturas campesinas y ganaderas más integradas en el medio natural, despoblamiento del campo, destrucción de ecosistemas, pérdida de diversidad agrícola y biológica, contaminación, y deterioro de la calidad y seguridad alimentaria. También nos están imponiendo otros hábitos de consumo, al incrementarse las explotaciones que son dedicadas a la producción de carne, soja, maíz, etc., en detrimento de la producción de trigo, patata y legumbres, base tradicional de nuestra dieta. A) Alimentación → Agricultura y ganadería
Con la excusa de solucionar el problema del hambre en el mundo, de obtener alimentos mejorados y más baratos, se están imponiendo nuevas tecnologías en la industria agroalimentaria cuyos riesgos para nuestra salud y la vida en el planeta no han sido evaluados. Estas tecnologías han sido diseñadas con el único fin de aumentar las ganancias y el control del mercado mundial por las industrias agro30
químicas, que son dueñas de la producción de los plaguicidas, herbicidas y de las semillas . Sin embargo, continuamente hay escándalos de seguridad alimentaria que ponen de manifiesto cómo los riesgos derivados para la salud de los consumidores son evidentes: dioxinas en la leche de vaca, PCBs en pollos, orines para conservar el pescado, vacas locas, ftalatos en juguetes de PVC para bebés, uso de clembuterol para engordar el ganado, infinidad de ingredientes perjudiciales para la salud en los productos de cosmética... El resultado es el consiguiente aumento de cánceres, esterilidad, malformaciones, problemas hormonales, alergias, además del consabido deterioro ambiental. El problema de fondo es un modelo de producción agrícola y ganadera intensiva y aberrante, potenciada por intereses económicos y comerciales insensibles a cualquier consideración de salud pública, de bienestar animal o de respeto al medio natural. En este sistema productivo, y en un entorno de políticas agrarias marcadas por el dogma del libre mercado y de la globalización, la lógica de la competitividad lleva a los productores a una carrera por abaratar costes, cuyas consecuencias son dramáticas. Respecto a la ganadería los efectos de la producción intensiva son visibles a nuestro alrededor. Los
hemos padecido con la crisis de las vacas locas, haciendo carnívoro a un herbívoro (y además caníbal), traspasando los límites de la naturaleza para mantener unos niveles de consumo de carne que no son sostenibles. Lo hemos comprobado en otros casos relacionados con la ganadería por el uso de hormonas, fármacos, etc. Lo podemos ver también en la agricultura bajo plástico, no sólo por su enorme impacto paisajístico, sino también por los elevados índices de contaminación a través de los propios plásticos, los fertilizantes, pesticidas y antibióticos y los restos orgánicos. Son un ejemplo de productividad y rentabilidad a costa de los acuíferos que comienzan a salinizarse, del medio ambiente, de la explotación de los trabajadores y la obtención de productos de pésima calidad por su sabor y su escaso valor nutritivo. → Alimentos transgénicos
El mayor exponente de este tipo de producción son los organismos modificados genéticamente (OMG). La mejora genética es tan vieja como la agricultura, pero las nuevas técnicas desarrolladas por la ingeniería genética desde finales del siglo pasado están sobrepasando los límites genéticos de las especies y creando versiones de vida muy lejanas a la evolución natural. 31
Los cultivos transgénicos son presentados como la solución a los problemas del hambre en el mundo ya que permiten un notable incremento de la producción a corto plazo. Sin embargo, detrás de ese argumento se esconden demasiados riesgos y sobre todo un afán de control y poder por parte de las grandes empresas transnacionales. Los productos modificados genéticamente, son fruto de una tecnología desarrollada por un grupo de empresas muy reducido y suponen un volumen de inversión de proporciones desconocidas hasta el momento.
alergias, aunque se desconoce que podría suceder a largo plazo. Lo que sí parece estar más claro son las consecuencias sociales, económicas y medioambientales que pueden ser escandalosas e irreversibles y que también influiría, como es lógico, en la salud de las personas. Entre las consecuencias se encuentra la pérdida de biodiversidad y la introducción de genes nuevos en la naturaleza cuya reacción desconocemos (ya han comenzado a detectarse casos de contaminación genética). Los productos transgénicos requieren,
Detrás de la falsa idea de que los alimentos transgénicos son la solución al hambre en el mundo, se esconde un afán de control y poder por parte de las grandes empresas transnacionales del sector agroalimentario, aparte de los riesgos y repercusiones, aún desconocidas, que puedan tener sobre la salud de los consumidores
Las posibles repercusiones en la salud de los consumidores, son un aspecto al que, paradójicamente, apenas se han dedicado tiempo y recursos. Por lo pronto, se ha comenzado a relacionar ya con la tolerancia a los antibióticos y las además, muy al contrario de lo que podría pensarse, grandes cantidades de fertilizantes y pesticidas que repercuten directamente en el entorno. Las repercusiones socioeconómi32
cas pueden resumirse en la desaparición de la soberanía alimentaria y la libertad de los agricultores y la creación del monopolio. Primero porque es una tecnología sólo al alcance de unas pocas transnacionales de un gran potencial económico cuyas patentes están plenamente garantizadas. Además, junto a las semillas se distribuyen también otros productos como pesticidas y fertilizantes de uso obligatorio y se fuerza a los agricultores a firmar contratos de compra abusivos por períodos de tiempo de cinco o diez años. A las semillas, que no se caracterizan por ser baratas, se les introduce un gen llamado terminator que las convierte en estériles y hace necesaria la compra de simiente anualmente. Su cultivo resulta agresivo para los agricultores de los alrededores, a los que acudirán las plagas por lo que, a medio plazo, se verán forzados también a sembrar transgénicos y se les hurtará la posibilidad de no hacerlo si quieren sobrevivir. El objetivo: hacerse con el control de la producción de alimentos, haciendo dependientes a los agricultores y, por extensión, a la población mundial, de un grupo reducido de empresas que nos alimentarán y en gran medida nos vestirán. La clientela esta asegurada y el beneficio garantizado. Como en tantas ocasiones, todo esto se hace en nombre del bien
común, para aumentar la productividad y garantizar el derecho a la alimentación de toda la población mundial. Sin embargo, actualmente se producen 10 veces más alimentos de los necesarios para abastecer a todo el planeta. Como en tantas ocasiones, no se trata de un problema de producción, sino de reparto: grandes cantidades de alimentos son utilizados para alimentar el ganado estabulado (necesario para la dieta “carnívora” de los países más ricos) y, en ocasiones, destruyéndolos para mantener los precios. Una vez más, lo que se esconde detrás es el interés particular de un grupo de transnacionales (y de los accionistas que en ellas invierten). Desde que en 1980 se patentó en EE.UU. el primer organismo vivo modificado genéticamente, se inicia una carrera imparable para desarrollar los «Derechos de Patentes sobre la Propiedad Intelectual», al tiempo que las multinacionales agroquímicas absorben la investigación biotecnológica, hacia un oligopolio cada vez más cerrado, sobre todo tras las últimas fusiones entre semilleras, farmoquímicas, petroquímicas y agroalimentarias. Esta capacidad del poder económico de apropiarse de la vida es determinante para la pérdida de autosuficiencia alimentaria y sanitaria de la mitad de la población mundial, que aún produce sus propios alimentos y depende para su 33
salud de las plantas del entorno. Los agricultores acaban dependiendo totalmente de la industria de las semillas, y de los abonos, herbicidas y plaguicidas asociados a esas semillas (en EE.UU. ya está penado sembrar semillas no patentadas). Frente a esto, las etiquetas de los productos no nos proporcionan suficiente información, puesto que la normativa vigente sólo obliga a identificar la presencia en los productos de organismos modificados genéticamente en determinadas condiciones que sólo abarcan un 10% del total de alimentos transgénicos. La ley permite que aproximadamente un 90% de los alimentos que llevan OMGs no estén obligados a especificarlo, con lo cual, no nos conceden ni el derecho a discriminar estos productos. El libre mercado se está imponiendo sobre el principio de precaución e incluso sobre el derecho democrático de elección de los productos que consumimos. Actualmente las semillas transgénicas que se comercializan en alimentación son las de soja y las de maíz. Pero estas pueden aparecer como ingredientes en un gran número de alimentos elaborados industrialmente: productos de repostería, chocolates, pan de molde, conservas, congelados, potitos, helados, aperitivos, productos dietéticos, mermeladas, margarinas, aceites vegetales, sopas, carame-
los, comida para animales, etc. Los derivados de la soja se suelen presentar como aceite, grasa vegetal, lecitinas, harinas, emulsionantes, espesantes, proteínas, etc. Los derivados del maíz, en menor medida que la soja, se suelen presentar como ingredientes de alimentos industriales bajo la forma de harina, almidón, aceite, maltodextrina, dextrosa, jarabe o sirope de glucosa. En estas condiciones de presentación, es difícil detectar qué productos contienen OMGs o componentes de OMGs, sólo se puede sospechar, ya que el único método infalible para garantizar la ausencia de OMGs de un producto es hacer un test genético. Esta prueba sólo está al alcance de las administraciones, pero por ahora no se aplica más que en laboratorios con fines experimentales. Mientras tanto, los organismos genéticamente modificados forman parte de una larga lista de alimentos que están en los estantes de los supermercados. Desde la administración pública ha llegado el momento de apostar por un modelo agroalimentario respetuoso con los consumidores, los productores y el medio ambiente. → La Agricultura y la Ganadería ecológicas como alternativas agroalimentarias Los productos agroalimentarios 34
ecológicos son aquellos obtenidos de una agricultura o ganadería basada en el respeto por el medio ambiente, en el bienestar animal y en el mantenimiento o incremento de la productividad del suelo y mejora de su estructura mediante la utilización de técnicas respetuosas con el entorno y que prescinden del uso de productos químicos de síntesis. La agricultura ecológica tiene, especialmente en nuestra tierra, un
las útiles prácticas tradicionales, otras para avanzar en el conocimiento, aplicando nuevas técnicas que, sin dañar el medio ambiente, permitan mejorar la producción. La agricultura ecológica es creativa, científica y avanzada, y permite la solución de graves problemas ambientales, sanitarios y sociales. Básicamente, la agricultura ecológica se basa en tres premisas esenciales:
La agricultura ecológica se basa en tres premisas: Mantener o aumentar la fertilidad de la tierra de modo natural, escoger las semillas de plantas autóctonas, adaptadas al medio, y mantener la biodiversidad del entorno, de manera que los ciclos naturales puedan cerrarse, evitando plagas mediante la presencia de depredadores y asociación de cultivos
componente muy importante de vuelta a lo tradicional. Nuestra rica tradición agrícola, heredada de siglos de trabajo, y nuestro clima, así lo permiten. También desempeña un papel fundamental la investigación y la innovación tecnológica desde hace ya más de cuarenta años, unas veces para darle un carácter científico a algunas de 35 1ª.-Mantener o aumentar la fertilidad de la tierra. Para ello es necesario tener un suelo vivo, rico en microorganismos y además, realizar aportes de materia orgánica como por ejemplo el compost, estiércol, abono verde, humus de lombriz, etc. 2ª.-Escoger bien las semillas, de
plantas autóctonas, adaptadas al medio y sus condiciones y, por tanto, más resistentes. 3ª.-Mantener la biodiversidad del entorno, de manera que los ciclos naturales puedan cerrarse y las plagas se mantengan a raya por la presencia de depredadores. Para ello es importante huir de los paisajes monótonos de grandes extensiones de monocultivo asociando diversas plantas y manteniendo en los alrededores espacios de vegetación espontánea o artificial como setos, arbolado, etc. A partir de aquí, las condiciones para una agricultura sana y ecológica están sentadas. Sus ventajas para la salud y el medio ambiente son evidentes. La productividad también está garantizada y su coste no tiene porqué ser más elevado que el de la agricultura convencional siempre que nos mantengamos dentro de unos límites razonables. De todas formas dependerá también del producto y del trabajo y esfuerzo que requiera su producción. Un caso aparte lo representaría, en este sentido, la ganadería ecológica, inevitablemente mucho más cara puesto que el crecimiento del ganado, respetando sus ciclos y sin causar maltrato, requiere más tiempo. Sin embargo, también es cierto que los niveles de consumo de carne actuales son excesivos.
Sin duda no es necesario comer carne todos los días. Entre otras razones, porque su producción requiere extensiones mucho mayores de terreno y es causante en buena medida, por ejemplo, de la deforestación de la Amazonia de manos de las grandes empresas de la industria alimentaria. Esencialmente, la ganadería ecológica se basa en el libre pastoreo o producción extensiva, en la alimentación sana del ganado con agricultura ecológica o silvestre, en el cuidado sanitario basándose en terapias y medicinas alternativas, sin el suministro de antibióticos, hormonas o cualquier otro producto tóxico para el animal o el consumidor. Por último, tan importante como una buena práctica agrícola es el proceso de transformación de los alimentos para conservarlos o combinarlos. Lo importante es mantener al máximo todas y cada una de las propiedades del producto original y conseguir en el proceso nuevos valores añadidos en lugar de desnaturalizarlo. En ningún momento se añaden aditivos de síntesis de ningún tipo. Es una industria concebida al servicio del consumidor y en colaboración con el campesino, estudiada para no contaminar y para reciclar, retomando la tradición con procedimientos como el secado, el vacío, el frío y la fermentación, e innovando, aplicando a su desarrollo los conocimientos actuales. 36
En resumen, las ventajas de la agricultura y ganadería ecológicas las podemos sintetizar en: •Produce alimentos saludables, ricos en nutrientes y sabrosos. •Protege la salud de los agricultores y consumidores. •Fertiliza la tierra y frena la desertificación. •Favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos. •Fomenta la biodiversidad. •Mantiene los hábitats de los animales y plantas silvestres. •No despilfarra energía y apuesta por los recursos energéticos renovables y locales. •Preserva la vida rural y la cultura campesina. •Es socialmente más económica. •Permite una verdadera seguridad y soberanía alimentaria. •Impulsa la creación de puestos de trabajo. •Devuelve al campesino la gestión de sus tierras, sin dependencias. Pero, ¿cómo reconocer un producto verdaderamente ecológi-
co? Los alimentos ecológicos están debidamente controlados y certificados por los consejos reguladores (CRAE) dependientes de las Consejerías de Agricultura de las diecisiete comunidades autónomas. Están regulados y deben cumplir el Reglamento Comunitario 2092/91. Como distintivo para que el consumidor los reconozca deben llevar una etiqueta numerada y el logotipo del CRAE con el mismo dibujo en todas las comunidades, salvo en el caso de Andalucía, además del nombre y el código de la autoridad de control y la frase “Agricultura Ecológica o Biológica”. Muchos productos además llevan el distintivo y el logo “Producto Biológico Vida Sana”, una garantía adicional a la oficial que debemos encontrar, por ejemplo, en los productos ecológicos de importación que no llevan el sello del CRAE. El control de las explotaciones e industria se realiza a través de un registro documental; información sobre los movimientos de los productos; identificación de los productos ecológicos e inspecciones técnicas para la solicitud de información y toma de muestras del producto, material vegetal, suelos y aguas. → ¿Qué podemos hacer?
•Pedir información sobre los ali37
mentos. •Exigir un etiquetado más estricto que nos informe de qué productos contienen ingredientes transgénicos. •Negarnos a comprar alimentos que procedan de cultivos manipulados genéticamente. •Disminuir el consumo de alimentos industriales. •Optar por los alimentos frescos procedentes de cultivo ecológico que, sin duda, son los más seguros para nuestra salud y los más respetuosos con el medio ambiente. •Reducir nuestros niveles de consumo de carne. B) Agua El agua es uno de los recursos naturales más necesarios y utilizados por el ser humano. Su correcta utilización es de vital importancia tanto para nosotros como para el medio ambiente. → Influencia de nuestra actividad sobre el agua El agua es un recurso renovable pero limitado. Aunque las tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua, sólo un 1% es aprovechable para usos de la actividad humana. Cualquiera
que sea el uso que le demos (regadío, refrigeración, etc.) aumenta su evaporación. Toda el agua que se evapora, no vuelve a la superficie de los continentes pues parte de ese agua evaporada caerá en forma de lluvia en el mar. Esto, unido a cambios climáticos que probablemente lleven a situaciones más secas, hará que haya menos agua disponible para nuestro consumo. Por estas razones, nuestros objetivos deben estar dirigidos a obtener un consumo más responsable y no a aumentar el suministro. Además del problema que constituye la escasez de agua en sí mismo, con todo lo que eso conlleva, existe el problema de la contaminación de los pocos recursos existentes. Sin nuestra intervención, las pequeñas contaminaciones de origen natural que pudieran producirse serían perfectamente solucionables por el propio mecanismo de autodepuración de los ríos y del mar. Sin embargo, nuestra actividad cotidiana altera la dinámica de los ciclos naturales, provoca acumulación de residuos en lugares muy concretos y por lo tanto supera dicha capacidad de autodepuración dando lugar al fenómeno de la contaminación. La influencia de la actividad humana no se limita a la extracción del agua y posterior vertido ya contaminado, sino que además altera la vegetación y la capa superficial del suelo que sustenta a dicha ve38
getación. Las consecuencias de estos daños son, entre otras, riadas, contaminación del agua de los embalses, erosión y desertización. La contaminación está íntimamente ligada a la actividad industrial y agrícola, pero también a nuestra actividad más doméstica. En las ciudades no es posible el aumento de la demanda de agua porque se está llegando al límite de las posibilidades de este recurso. La mayoría de las ciudades en su
de el que debemos plantearnos como problema origen la escasez del recurso y, por tanto, una utilización responsable del agua sin despilfarros y con sentido común, pensando siempre que se trata de un bien común y de que el uso que le demos hoy condicionará ampliamente el de mañana. El patrimonio hídrico de un país superará en valor al del petróleo, cuando se pague por ella su justo precio.
La contaminación del agua está íntimamente ligada a la actividad industrial y agrícola, pero también a nuestra actividad más doméstica. Debemos plantearnos como problema la escasez del agua pensando siempre que el uso que le demos hoy condicionará ampliamente el de mañana
expansión han buscado fuentes de abastecimiento cada vez más lejanas, por ejemplo: trasvases (en el transporte de esta agua se producen grandes pérdidas y, además, las obras de canalización requeridas conllevan un gran impacto en el entorno donde son ubicadas), pozos, embalses, ... Es desde este punto de vista des39 → Gestión sostenible del agua
Es necesaria una gestión que compatibilice el uso de los recursos con la conservación de los ecosistemas. Las buenas prácticas tendrán por finalidad: 1.- Disminuir el gasto del agua
reduciendo su consumo, reciclando y reutilizando al máximo el suministro. 2.- Extraerla con el menor deterioro posible de los ecosistemas, es decir, dejando un parte para el desarrollo normal de ríos, humedales y acuíferos subterráneos. (¡la naturaleza también necesita el agua!). 3.- Devolverla a las aguas naturales en condiciones aceptables para que el impacto sobre los ecosistemas sea mínimo; para ello la mejor solución es contaminarlas lo menos posible en su uso y proceder luego a su tratamiento de depuración. 4.- Realizar esta depuración con el mínimo gasto energético e impacto ecológico. 5.- La conservación del suelo y la vegetación. Debemos cuidar especialmente la vegetación de las riberas de los ríos, porque son fundamentales para la depuración natural del agua y garantizan la biodiversidad. C) Energía Otro sustento de la vida ciudadana es la energía empleada en el desarrollo de nuestras actividades. El estudio de las diferentes formas de energía y su influencia sobre el medio ambiente se hace con de-
masiada frecuencia de forma incompleta. Es decir, una fuente energética no sólo puede afectar a su entorno en el momento en el que está generando electricidad; para llegar a esa posibilidad, es necesaria la extracción de la materia prima y a partir de aquí, transformarla, transportarla, utilizarla en la central y más tarde gestionar los residuos (sólidos, líquidos o gaseosos) que se han producido en dichas fuentes. Veamos, por ejemplo, el caso del petróleo, tan cercano a nuestras vidas (calefacción, plásticos, nilón, poliester, transporte...): • Extracción: Se suele realizar con demasiada frecuencia en medio naturales valiosos como océanos, selvas tropicales... con la consiguiente contaminación, deforestación, expulsión de pueblos indígenas de su hábitat. • Transporte: Se utilizan oleoductos de miles de kilómetros y grandes barcos petroleros que como sabemos dan lugar a dramáticos accidentes (vertidos al mar) en muchas ocasiones. En el caso del carbón se extrae en unos lugares y se consume en otros, por los que se hace necesario su transporte, incluso en ocasiones de unos continentes a otros; por ejemplo desde Sudáfrica se trae el carbón hasta Carboneras (Almería). Además, la generación de electricidad en las centrales 40
térmicas es un proceso muy contaminante (como luego veremos). Si hablamos de las centrales nucleares, además de los riesgos que existen en la propia central (ejemplo: Chernobil), sigue sin resolverse el grave problema de la eliminación de residuos que permanecen radiactivos durante miles de años (actualmente se tiran directamente al fondo del mar o se acumulan en minas abandonadas, los “cementerios nucleares” como el de El Cabril en Córdoba).
siles (petróleo, carbón, gas natural...). Las soluciones para abandonar el uso de los combustibles fósiles y la energía nuclear existen. Para ello es necesario acabar con el actual despilfarro de energía y usarla con más racionalidad y eficiencia, y sustituir estas fuentes sucias por otras limpias y renovables. Otra serie de alternativas está en la búsqueda de combustibles que procedan de deshechos de otras actividades y cuya utilización sea
En relación al uso de la energía nos enfrentamos al problema del cambio climático, provocado por el efecto invernadero. La búsqueda de soluciones pasa necesariamente por acabar con el despilfarro de energía, para pasar a usarla con más racionalidad y eficiencia
→ Gestión sostenible de la energía Un problema al que se enfrenta el planeta y que está relacionado totalmente con el consumo energético es el cambio climático provocado por el efecto invernadero, que se produce, fundamentalmente, por el incremento de CO2 en la atmósfera, gas que procede de la quema de combustibles fómucho menos contaminante (por ejemplo, la utilización del alpechín, residuo procedente de la elaboración del aceite de oliva). De cualquier modo, e independientemente del origen de la fuente energética es preciso una reducción importante en el consumo ya que este ha ido creciendo paralelamente al modelo de desarrollo capitalista. Y aunque siem41
pre se ha incidido en la necesidad de buscar nuevas fuentes de energía para apoyar y sustituir a las que, por su falta de renovabilidad o por su utilización específica, es necesario alternar, debemos ir más allá y preguntarnos como causantes de este crecimiento exacerbado y pensar en fórmulas y actuaciones que optimicen la energía que consumimos y cuál es la procedencia de dicha energía y el impacto que tiene tanto su generación como su utilización. Los desequilibrios planetarios, en el ámbito social y medio ambiental, en cuanto a recursos y niveles de calidad de vida, están estrechamente relacionados con la multitud de decisiones que, como consumidores, realizamos a lo largo del día. Todos sabemos ya, que la producción de electricidad tiene un elevado impacto ambiental. Si procede de centrales nucleares, su uso implica generar residuos radiactivos. Si la electricidad procede de centrales térmicas, las emisiones de dióxido de carbono que se producen inciden decisivamente en el recalentamiento planetario y el cambio climático. Por este motivo es necesario concienciarnos e incorporar hábitos de compra y consumo que impidan un despilfarro innecesario que castiga la biosfera. La presión de los consumidores, el cambio de hábitos y la innovación tecnológica podrían resolver
este derroche, del que somos, en buena parte, responsables. Como alternativa a estos tipos de energías existen diversas fuentes clasificadas como energías limpias y renovables, son: solar, eólica, hidráulica, geotérmicas (calor interno de la tierra), etc. D) Transporte Según un informe de la Unión Europea, «el transporte afecta al corazón mismo de la sociedad [...] El funcionamiento de ésta, de hecho su misma naturaleza, dependen ampliamente de la calidad y el diseño de su sistema de transporte». → Transporte y globalización
El actual proceso de globalización de las economías crea lejanía de modo continuo, reclamando crecientes desplazamientos motorizados de personas y mercancías cada vez a más larga distancia y a velocidades también en aumento. A su vez, las políticas de transporte en marcha incentivan estos procesos. La ampliación y globalización de los mercados y el crecimiento imparable de la movilidad motorizada son las dos cara de una misma moneda. Por un lado, las formas de ordenar el suelo y el territorio están basadas en los sistemas de transporte y al mismo tiempo di42
chos sistemas de transporte favorecen la globalización, el aumento de la movilidad motorizada y la urbanización característica del modelo de desarrollo que impera en nuestra sociedad. → Problemática del transporte
veces superior. Indudablemente, todo esto se traduce en un creciente consumo energético; en el Estado español el peso sobre el consumo total de la energía final directa empleada por el transporte se aproxima al 40%. El transporte es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de CO2, reforzando el efecto invernadero y contribuyendo así al cambio climático. Las infraestructuras de transporte ocupan mucho espacio y favorecen el crecimiento y la dispersión urbana. Esto disminuye el suelo fértil disponible, pues normalmente estas obras se localizan en los fondos de valle, afectan a cursos de agua y escorrentías, y trocean aún más el territorio, sobre todo los ecosistemas frágiles, acentuando la ya de por sí grave pérdida de biodiversidad. Igualmente, el transporte contribuye de forma decisiva al deterioro de la salud. Muchos elementos y compuestos contaminantes emitidos a la atmósfera por la circulación de vehículos tienen importantes efectos sobre la salud humana con consecuencias más o menos graves, según las concentraciones. Pudiendo en ocasiones llegar a ser mortales, e inciden sobre los desórdenes cardiacos, el sistema nervioso, el aparato respiratorio, náuseas y dificultades de respiración y la aceleración de los pro43
Estas tendencias son intrínsecamente insostenibles a medio y, sobre todo, a largo plazo, tanto por el creciente uso de recursos no renovables (principalmente energía fósil), como por los impactos ecológicos y las consecuencias económicas y sociales que arrastran. Hoy día se considera un bien en sí mismo el incremento continuo de la movilidad motorizada; es un símbolo de modernización. En cambio, no se tiene conciencia de los graves e importantes problemas que lleva aparejado como son: •La utilización de enormes cantidades de materiales y energía, cuya extracción, transformación y consumo produce grandes masas de residuos sólidos, líquidos y gaseosos. •La expansión constante de la movilidad motorizada es sobre todo de aquellos medios que más energía consumen. En España el transporte por carretera, consume el doble que el ferrocarril convencional, mientras que el modo aéreo se mueve en un entorno de consumo más de tres
cesos cancerígenos. Además, en las grandes ciudades, en torno al 50% de su población está sometida a niveles de ruido superiores a 65 decibelios, debido al tráfico, hecho que tiene graves repercusiones fisiológicas, psicológicas y sociológicas. → Sostenibilidad y transporte. Accesibilidad frente a movilidad «Una sociedad y una economía ecológica son aquellas que emulan los principios de la Naturaleza y se adaptan a ellos, en lugar de violentarlos». Debemos empezar a abordar la necesidad de la reducción de la movilidad motorizada a todos los niveles en el camino hacia la sostenibilidad, pues está demostrado que el crecimiento continuo de la movilidad y la velocidad no conducen a la equidad y a la preservación del planeta. Además, pasado cierto límite, el transporte nos cuesta más tiempo del que ahorramos y nos genera la pérdida paradójica de autonomía conforme aumenta nuestra aparente libertad de movimiento; se le dedica más de un tercio del trabajo global. En cuanto a velocidades, también los transportes rápidos son contraproducentes. Contra la expansión de la lejanía, la velocidad y la movilidad motorizada, se debería contraponer la creación de cercanía o proximi-
dad, la mesura en el ritmo de desplazamiento, y la reducción de los viajes motorizados, especialmente de la movilidad forzada (cada vez más nos vemos obligados a vivir lejos de nuestros centros de trabajo por lo que necesitamos algún medio para poder desplazarnos de casa al trabajo y al revés), recuperando y potenciando los no motorizados (peatonal y bicicleta), y la idea de la calle como espacio público por excelencia donde comunicarnos y relacionarnos, y no exclusivamente para movernos. Se debería promover la accesibilidad más que la movilidad. Accesibilidad es, ante todo, proximidad, cercanía, y esto supone una serie de ventajas inherentes (ahorro de tiempo, posibilidad de desarrollo de la vida comunitaria y cívica, etc.). En este sentido, se deberían impulsar sistemas económicos contrarios a los que genera la globalización económica, reconstruyendo las economías locales y regionales que redujeran la necesidad de transporte a larga distancia y que fueran, por tanto, más ecológicos. Desarrollar también, estructuras territoriales y urbanas que supongan la disminución de la movilidad forzada no deseada, creando proximidad y cercanía en los planos económico, social y personal. Y, por supuesto, impulsar políticas de transporte que en lugar de echar más leña al fuego, frenen y reduzcan la movilidad motorizada, promovien44
do en este tránsito los medios de transporte de menor consumo energético e impacto ambiental. Estos cambios no se podrán iniciar sin transformaciones profundas en los ámbitos de las relaciones económicas, político-institucionales, culturales, sociales y personales. En este sentido nos tenemos que replantear: •Las ventajas del uso del automóvil, empezar a desmitificarlo; dudar de la supuesta bondad del siempre más lejos y más deprisa.
la personal y en la sociedad en torno al transporte, si es que ambicionamos la sostenibilidad y equidad a medio y largo plazo. E) Residuos Usar y tirar es el lema de la sociedad actual. No sólo en alimentación, también en el resto de productos. Coches, electrodomésticos, muebles, ropa... son cada vez de peor calidad, por tanto de menor duración; esto agrava más el problema del aumento de la producción de basuras.
Para realizar un consumo responsable es imprescindible conocer los envases de usar y tirar, valorar el impacto que su uso conlleva, y elegir aquellos que menor impacto ambiental generen
•Superar la obsesión por la necesidad incesante de construir infraestructuras. •Pensar en alternativas que tengan en cuenta la escasez de los recursos no renovables. •Atacar las causas de la alta siniestralidad del transporte motorizado y, en concreto, del transporte por carretera. •Crear un amplio debate a esca→ Diccionario
BASURA: Suciedad o conjunto de desperdicios de cualquier clase, como los que se hacen a diario en una casa, las barreduras, las cosas viejas que se tiran al hacer limpieza de lo desechado, etc... → Diccionario de sinónimos
BASURA: Bafea, barreduras, bazofia, cochambre, desecho, desperdicio, escombro, estiércol, horrura, 45
fosquera, inmundicia, porquería, soeza,... No parece en estas definiciones que la basura sea algo atractivo, sino más bien algo sucio, negativo, sin utilidad. Sin embargo, es necesario darle un cambio al contenido de esta palabra, si queremos que sea posible un mundo algo más equilibrado, donde nuestros residuos sigan un ciclo de restitución a la naturaleza (compostaje), de mayor tiempo de vida útil (reutilización) y de aprovechamiento máximo de las materias primas (reciclaje).
residuos. Por todos los residuos que generamos, casi se diría que vivimos en la Sociedad de la Basura. Gran parte de los Residuos se generan en las grandes concentraciones urbanas. En España, el crecimiento de la generación de basuras –debido, sobre todo, a los residuos de envases y embalajes- ya supera el kilogramo por habitante y día. En la provincia de Granada se generan anualmente 370.000 Toneladas de basuras, de las cuales 175.420 Tm corresponden al área metropolitana. Además, hay que
Cada persona genera diariamente más de un kilo de basura... ¡Casi media tonelada al año!
→ ¿Por qué tanta basura? sumar las toneladas de papel, vidrio y envases ligeros, que suponen un total de 25.000 Tm más. Esto hace que se esté generando 1,27 k. de basura por habitante y día en nuestra ciudad. Esta cantidad de basura viene a unirse a la diversidad de las mismas, tanto en su composición (envases, materia orgánica, vidrio, tejidos...) como en su toxicidad (productos de limpieza, cosméticos, pinturas, insecticidas, pilas, medicamentos...) 46
En las últimas décadas el consumo ha pasado a ser un parámetro de la calidad de vida. El concepto de “para toda la vida” casi ha desaparecido, y por el contrario aceptamos vivir en la cultura de “usar y tirar”. La Sociedad del consumo va asociada inevitablemente al despilfarro de recursos naturales, a la contaminación y a la generación cada vez mayor de todo tipo de
→
La bolsa de la basura
•Cada persona genera diariamente más de un kilo de basura. ¡Casi media tonelada al año, cada uno de nosotros! •De lo que compramos, un 20% del peso, son envases y embalajes que se tiran de forma inmediata. Y ya en la bolsa de la basura ocupan más del 60% en volumen y del 33% en peso. •El 45% está formado por materia orgánica fermentable, que puede ser reintegrada a la tierra en forma de compost. → Envases
1.700.000 árboles para el cartón, extraer 25.200 Toneladas de bauxita para el aluminio, millones de barriles de petróleo para el etileno, y agua en cantidad cuatro veces superior a la cantidad utilizada en la fabricación de una botella de vidrio. Además el tetrabrik no es reutilizable. •Plásticos Los plásticos son hidrocarburos que provienen de la rotura molecular de las naftas, una sustancia de bajo peso molecular derivadas de la destilación del petróleo. Es de las industrias más contaminantes. Los envases de plástico no son biodegradables, no son reutilizables y cuesta mucho reciclarlos. El envase de plástico procedente de la basura doméstica es un material que muchas veces no se puede reciclar por procesos mecánicos porque: ·La diversidad de plásticos existentes dificulta mucho su reciclaje tanto por el coste de la recuperación como por la identificación del plástico. ·La suciedad con la que llegan los materiales de la basura impiden, en la práctica, que el reciclaje del plástico se pueda llevar a cabo. ·Con el plástico doméstico reciclado normalmente solo se 47
La generación de envases de un sólo uso va creciendo alarmantemente y supone echar a la basura una ingente cantidad de materias primas y energía para beneficio exclusivo de la industria del envasado y las grandes superficies comerciales. Entre los distintos tipos de envases destacamos: •Tetrabrik. Hemos de prestar una especial atención al tetrabrik. Es un envase mixto que se compone de tres materiales: cartón, plástico polietileno y aluminio. Para mantener la actual producción de tetrabrik de España sería necesario: talar
fabrican materiales de baja calidad, como macetas para plantas, bolsas de basura, escobas, etc. ·Por otro lado, el reciclaje químico está en fase de desarrollo y, por tanto, hay poca información fiable; parece ser que este tipo de reciclaje no está exento de problemas ambientales.
fragilidad, y su elevado peso. Como en la fabricación de cualquier producto tiene cierto impacto ambiental a la hora de la preparación, transporte, etc. Pero si valoramos el impacto ambiental de los envases durante todo su ciclo de vida, el vidrio reutilizable es el que tiene más ventajas respecto al resto de los envases, porque es reutilizable y 100%
Reduciendo el consumo, reducimos la cantidad de residuos; consume sólo lo necesario y con el mínimo envase
·Si se llevan a un vertedero permanecerán allí muchos años, si se incineran hay que tener en cuenta todas las emisiones contaminantes que se producen. •Vidrio Para producir los envases de vidrio se utiliza una tecnología relativamente simple y conocida desde hace siglos. Los materiales básicos de su producción son la arena de cuarzo, el carbonato de sodio y la piedra calcárea, todos ellos muy abundantes en la naturaleza. Si en su fabricación se utilizase vidrio reciclado en un 90%, se puede ahorrar hasta un 75% de la energía que se necesitaría si se utilizara vidrio virgen. Tienen como inconveniente su 48 reciclable, necesita pocas materias primas, genera pocos residuos y emisiones contaminantes y tiene un consumo energético bajo, especialmente en sistemas de distribución locales o comarcales (sistemas que han funcionado siempre, hasta la aparición de las grandes multinacionales de distribución). •Papel El papel, algo que habitualmente utilizamos con toda tranquilidad exige talar numerosos árboles y plantar especies de crecimiento rápido, con el peligro de desertización y alteraciones ecológicas, principalmente en países del Tercer Mundo de donde se saca la mayor parte de la madera que utilizamos.
Una tonelada de papel equivale a dos metros cúbicos de madera, es decir, una decena de árboles. Con el subsiguiente gasto de agua, energía y transporte. Además, solemos exigir que el papel aparezca blanco, y blanquearlo requiere grandes cantidades de cloro, algo muy contaminante. Frente a esta situación podemos hacer dos cosas: intentar consumir menos papel, y reciclar el que usamos. •Envases de metal Actualmente muchas de las latas que utilizamos (cerveza, refrescos, bolsas de patatas fritas, envoltorio de chicles, .....) son de aluminio. La industria del aluminio está considerada una industria muy contaminante. Con la extracción de la bauxita, ya se da una degradación casi irreversible del paisaje y se producen grandes emisiones de polvo. Durante el proceso de obtención del aluminio se producen emisiones de dióxido de azufre, de vapores de alquitrán y de fluoramina, gas ácido muy perjudicial para la salud. Además, es necesaria una gran cantidad de energía para su fabricación. Por otro lado, las latas de aluminio no son reutilizables. Si la lata de aluminio va al vertedero, es muy probable que perdure sin
degradarse, ya que es inoxidable; y si por el contrario va a la incineradora, se producirán emisiones de metales pesados en la atmósfera. Para realizar un consumo responsable es imprescindible saber reconocer cada uno de los envases de usar y tirar que existen en nuestros comercios, valorar el impacto que su consumo conlleva y elegir siempre los envases que menor impacto ambiental generen. → Tóxicos
En nuestras casas tenemos muchos productos altamente tóxicos: Son los residuos peligrosos (RTP): productos de limpieza, cosméticos, pinturas, insecticidas, pilas... Son productos muy nocivos para la salud que acaban en el desagüe o en el vertedero, contaminando gravemente las aguas residuales y dificultando su tratamiento en las depuradoras, así como dañando el terreno donde son depositados. Para evitar los riesgos que producen sería necesario saber reconocerlos, pero la mejor opción sería no utilizarlos. En caso de ser absolutamente necesario, es importante reducir su consumo, y si son productos de uso corriente (detergentes, champús, geles...), comprarlos en tamaños familiares. 49
→ Gestión sostenible de los residuos La gestión de residuos se ha convertido en los últimos años en uno de los problemas medioambientales de mayor gravedad, sobre todo en los grandes núcleos urbanos, debido, por un lado, al gran crecimiento de los residuos y, por otro, a la falta de previsión para su tratamiento adecuado. En la provincia de Granada existe un Plan Provincial de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que, si bien ha supuesto un avance importante con respecto a la situación anterior, no contempla objetivos tan fundamentales como la reducción o la reutilización. Sería importante realizar campañas de información y educación medioambiental que consigan frenar la producción de residuos y fomentar el uso de materiales recuperados. → Los residuos son responsabilidad de todos: •La Administración Pública es responsable de la gestión adecuada de los residuos, debe velar por que se cumpla la legislación vigente y realizar campañas informativas dirigidas a productores y consumidores. •Las empresas y comercios también deben contribuir a la mejora de la gestión de los residuos:
promoviendo la disminución del empaquetado, colaborando en la recogida selectiva de papel, cartón, vidrio y envases cumpliendo la normativa sobre residuos. •L@s ciudadan@s tenemos MUCHO que aportar para que la gestión sea adecuada: reduciendo nuestro consumo, reutilizando al máximo los productos antes de desecharlos, participando en la recogida selectiva y, sobre todo, demandando información. L@s ciudadan@s somos responsables de la gestión de los residuos desde que realizamos una compra. Al adquirir un producto, una vez utilizado, este se convierte en residuo. En este momento tenemos varias alternativas: tirarlo a la basura con todo lo demás, reutilizarlo, depositarlo en un contenedor de recogida selectiva, etc.… Por ello es nuestro deber estar informados sobre qué alternativas existen. Tenemos que empezar por REDUCIR los residuos en peso, volumen y toxicidad, pero sobre todo tenemos que reducir los niveles de nuestro consumo y tomar conciencia de que la prioridad debe estar en el respeto y cuidado del Medio Ambiente. Reduciendo los consumos de papel, de pilas, de aluminio, de envases de plástico y de productos tóxicos, reduciremos también la producción insostenible de residuos. 50
Además, debemos REUTILIZAR al máximo y darle más vida a los objetos. Lo que a nosotros no nos sirve, a otros les puede resultar útil y necesario. Podemos adquirir objetos, ropa, muebles... de segunda mano en diversos locales de la ciudad. Y también podemos intercambiar con amigos y familiares o participar en alguna de las Redes de Trueque ya existente en Granada. Por último hay que RECICLAR los materiales como el papel y el vidrio y exigir a la administración local la implantación de un sistema de recogida selectiva que incluya los envases y embalajes y los residuos tóxicos que degradan el Medio Ambiente y son peligrosos para nuestra salud. Un buen reciclaje depende de que todos separemos en casa, en el trabajo y en todos los gestos cotidianos los distintos materiales de que se compone la basura. → Propuestas
Intercambia, regala o compra de segunda mano. Arregla las cosas antes de tirarlas. •Toma conciencia de nuestra implicación en la generación de basuras y participar en las campañas iniciadas de recogida selectiva así como en los foros, campañas e iniciativas de todo tipo interesadas en la resolución de los problemas de los RSU. •Exige la implantación de la recogida selectiva en origen, es decir en los domicilios separando en dos bolsas: Materia orgánica fermentable y resto. Y de un sistema realmente eficaz y controlable para la recogida de residuos tóxicos domiciliarios (pilas, medicamentos, pinturas...), que asegure que nunca vayan a parar a la fracción orgánica de la basura. •Escoge preferentemente sistemas de depósito o devolución de envases (vidrio retornable, plásticos) y participa en la adecuada gestión de los residuos especiales (voluminosos, textiles, aceites...) a través de las empresas de economía social, que fomentan el empleo en los sectores de población más desfavorecidos.
•Proponte como primer objetivo la REDUCCIÓN de residuos (sobre todo de los tóxicos y peligrosos), tanto de los ciudadanos, como de las empresas y administraciones. •REUTILIZA y dale una vida útil a los productos lo más larga posible. Lo que a ti no te sirve puede serle muy útil a otras personas. 51
3
GUIA PRACTICA:
En las siguientes páginas pretendemos dar unas pautas que nos ayuden a iniciar el camino hacia un cambio de hábitos en nuestro consumo, que nos permita crear una sociedad sostenible fundada en el respeto a la naturaleza, los Derechos Humanos universales, la justicia y la solidaridad. Todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de responsabilizarnos de nuestros actos de consumo. Empezando por la reducción del consumo en sí, haciendo uso de nuestra capacidad crítica y aplicando valores éticos a nuestra necesidad de consumo cotidiano. Entre todos podemos hacer que las cosas cambien. Cada uno con nuestros pequeños gestos responsables puede ayudar a mejorar la vida de las personas y de este planeta. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Cuanto antes busquemos soluciones, más a tiempo estaremos de 52
ALGUNAS IDEAS PARA PRACTICAR EL CONSUMO RESPONSABLE
resolver los problemas de despilfarro de agua y energía, de explotación de personas y recursos y de deterioro ambiental. Se trata ahora de poner en práctica en nuestra vida cotidiana una serie de hábitos sencillos y eficaces que todos podemos llevar a cabo con poco esfuerzo y con algunos cambios en nuestro estilo de vida. Se puede empezar por: •No comprar nada que no se necesite verdaderamente. •Ser crítico con la publicidad. No dejarse engañar y rechazar las “ofertas” que inducen al consumo de cosas innecesarias. •Tener presente el ciclo de vida de todos los productos que compramos. ¿De dónde vienen, cómo y por quién han sido producidos, en qué condiciones, como han sido transportados y comercializados, que resi-
duos producen?. •Pagar lo “justo”. El abaratamiento de muchos productos se consigue pagando sueldos de miseria y dañando el medio ambiente. 1. COMERCIO JUSTO: Se trata de tomar conciencia de que cada un@ de nosotr@s es corresponsable de los efectos sociales y ecológicos de la produc-
con ellos y con el propósito de asegurar su calidad de vida, así como la autofinanciación de proyectos sociales para la zona. Los procesos de producción deben respetar el entorno cultural y el medio ambiente. Adquiriendo productos de comercio justo estamos colaborando a superar el concepto de ayuda, mediante relaciones comerciales equitativas. Es una forma de ir cambiando poco a poco las es-
Adquiriendo productos de comercio justo estamos colaborando a superar el concepto de ayuda, mediante el establecimiento de relaciones comerciales equitativas; es una forma de ir cambiando poco a poco las estructuras del comercio internacional, en favor de un intercambio más justo entre el Norte y el Sur
ción. Como consumidores debemos ser conscientes de las consecuencias que generan nuestras demandas y exigir condiciones de vida dignas para los productores de los artículos que consumimos. El Comercio Justo consiste en el establecimiento de relaciones comerciales directas con los productores eliminando así intermediarios. Los precios se fijan en consenso tructuras del comercio internacional para favorecer un intercambio más equitativo entre el Sur y el Norte. Existen diversos productos de comercio justo: Café, chocolate, azúcar de caña, especias, ron, balones, artesanía, camisetas, juguetes, etc. 54
En toda Europa existen unas 3.000 tiendas solidarias en las que se venden productos que proceden directamente de pequeñas cooperativas del Sur. En España, las tiendas de comercio justo están extendidas por todo el Estado. En Granada puedes puede realizar tus compras solidarias en algunos centros tales como: •Asociación Azogue: Consumo Cuidado: C/ Misericordia, 22 •Asociación El Encinar: C/ Margarita Xirgú, 5. Zaidín. •Asociación Rara Avis: Placeta Cuchilleros. 2. EL AGUA: El agua es un recurso escaso e imprescindible para vivir. Se hace muy importante convertir en gestos sencillos una serie de propósitos que se traduzcan en ahorrar el consumo de agua potable y evitar su contaminación. Un ciudadano europeo consume cada día un promedio de 3 litros de agua para cocinar y beber, más de 40 l. en el inodoro y 150 l. en la higiene personal (duchas, baños, lavadoras...) Si a esto le sumamos los 1.700 litros correspondientes por industrias, servicios, etc... hará que el consumo de agua potable por habitante y día es de casi 2000 litros. Esto es un despilfarro si se compara con el
consumo de un asiático (200 litros); y un africano (algo menos). El consumo de agua en España roza continuamente el límite de las reservas. Las comarcas afectadas por restricciones son muchas todos los años. → ¿Qué podemos hacer?
•Sustituye el baño por una ducha rápida y cierra el grifo para enjabonarte. La ducha consume poca agua y energía, cinco o seis veces menos que el baño •Cierra el grifo al cepillarte los dientes, afeitarte, fregar los platos... •Instala botellas llenas de agua en la cisterna del inodoro. Puede ahorrar uno o dos litros cada vez que tires de la cisterna. •Arregla los grifos que gotean (1 gota por segundo son 30 litros por día). •Escoge electrodomésticos que ahorren agua. Hay lavadoras y lavavajillas que permiten lavados con media carga de agua (se ahorran de 30 a 50 litros por lavado) •Recicla el agua. Aprovecha el agua sin detergentes que hayas podido usar para fregar el suelo, regar las plantas... 55
•No tires residuos tóxicos (aceites, pinturas, disolventes, corrosivos...) a los desagües. Échalos a la basura envueltos en papeles y bolsas de plástico o intenta localizar algún lugar donde se hagan cargo de ellos. Por ejemplo, existen asociaciones que recogen el aceite usado para hacer jabón. •Utiliza detergentes biodegradables. •No dejar la vajilla mucho tiempo sin lavar, es más difícil de limpiar y se necesita mucha agua. •Procura ensuciar lo mínimo las aguas residuales, no tirando tampones, protege slip, o cigarros en el WC. Es conveniente tirar el papel higiénico a la papelera. El papel higiénico arrojado al WC consume mas agua y se contaminan los ríos: Utiliza la papelera. •Utiliza dispositivos de ahorro de agua para grifos, cisternas, etc...
mos la TV, utilizamos energía procedente de una central nuclear, térmica o hidroeléctrica, lo que genera graves problemas ambientales (lluvia ácida, residuos radiactivos, destrucción del paisaje...) Se calcula que hay un mínimo de 250 millones de bombillas en España. Si se cambiara el 40% por bombillas fluorescentes de bajo consumo, se ahorraría el equivalente en energía de 60 millones de bombillas incandescentes, lo que equivale a toda la energía que una central nuclear puede generar funcionando permanentemente durante un año. Es urgente cambiar a energías limpias, pero todavía es más importante ahorrar energía. → ¿Qué podemos hacer?
Las posibilidades reales de colaboración son grandes:
No debemos olvidar que la energía que menos contamina es la que no se consume
3. ENERGÍAS: Una parte importante de la energía que se consume en el mundo tiene un uso doméstico. Cada vez que encendemos la luz o pone56 Iluminación •En Granada podemos disfrutar de muchos días de sol. Aprovecha la espléndida luz natural de nuestra ciudad.
•Apaga las luces innecesarias. Cada vez que salgas de una habitación apaga la luz. •Utiliza bombillas de bajo consumo, podrás ahorrar hasta un 75% del consumo, e impedir que media tonelada de dióxido de carbono llegue a la atmósfera, que es lo que emite una bombilla incandescente durante su vida útil. •Evitar las bombillas fluorescentes en las habitaciones donde la luz se enciende y apaga con frecuencia •Utiliza colores claros en las paredes y distribuye bien las luces de la casa. •Cuida también las luces y la iluminación de los lugares comunes o públicos (Institutos, Colegios, Sindicatos, Hospitales...) Calefacción •Aisla la vivienda. Con cinta aislante en ventanas y puertas se evitarán corrientes y fugas de calor en invierno. El doble acristalamiento también evita las pérdidas de calor. •Instala un termostato en la calefacción, que regule la temperatura entre 18º y 20º, y un temporizador que ajuste al máximo el tiempo de funcionamiento diario de la calefacción. 57
•En verano, las persianas bajadas y las corrientes de aire pueden refrescar el ambiente sin necesidad de aire acondicionado. •Cerrar los radiadores de las habitaciones que no se utilicen. •Los sistemas de calefacción más efectivos y limpios son: solar, biogás, leña, gas natural, gas propano, butano o ciudad. •La energía solar puede abastecer las necesidades de agua caliente y calefacción de una vivienda. •La revisión y limpieza periódica de los sistemas de calefacción es muy importante de cara al ahorro de energía. •Requerir de la administración ayudas para cambiar los equipos de calefacción antiguos y contaminantes por otros que emplean energías renovables. Electrodomésticos •No enciendas aparatos eléctricos si no los necesitas, un calentador eléctrico de 2 kw, encendido 3 horas al día consume el equivalente a media tonelada de petróleo al año. •Considera el tamaño adecuado de tu frigorífico y adquiere el que más se adapte a tus necesidades, no el más aparatoso.
•Si el refrigerador y el congelador están 10 grados más fríos de lo realmente necesario el consumo de energía aumenta el 25%. Comprueba la temperatura: debe estar entre 3,3 y 5,5 grados centígrados. •Al utilizar la lavadora hazlo con programas de lavado en frío y dejar el agua caliente sólo para ropa excepcionalmente sucia. Aprovecha bien cada lavado llenando la lavadora según su capacidad. •Existen en el mercado electrodomésticos que limitan el consumo de energía. En todo caso utiliza bien los electrodomésticos y evita aquellos que pueden ser sustituidos por objetos de uso manual (exprimidores, cuchillos eléctricos, robots de cocina...). •No duplicar innecesariamente los electrodomésticos existentes en las casas (televisores por ejemplo). •Arreglar las averías de los electrodomésticos aunque nos digan que cuesta lo mismo que comprar un aparato nuevo. •Evitar los aparatos de un solo uso (como algunas cámaras fotográficas) o de poca duración. Cocina •Utiliza fuegos adecuados a los
recipientes que se vayan a utilizar. Los fuegos grandes dejan escapar el calor por los bordes del recipiente cuando este es más pequeño. •Es conveniente tapar las ollas cuando se este cocinando. •Utiliza la olla exprés: consume menos energía que las ollas normales. •Bajar los fuegos cuando el agua o la comida comienza a hervir. •Utiliza ollas y recipientes apropiados a lo que quieras preparar. Por ejemplo, una olla pequeña para hervir un huevo y una olla más grande para un kilo de patatas. •Evita encender hornos grandes para calentar poca comida. 4. ALIMENTACIÓN, PRODUCCIÓN LOCAL Y AGRICULTURA ECOLÓGICA Si el progreso se mide por la variedad de los alimentos que consumimos, estamos en un momento interesante. Efectivamente existe en la actualidad una gran variedad de alimentos, pero muchos de ellos pueden llevar contaminantes químicos, residuos del proceso de producción, hormonas, parásitos y microorganismos que pueden provocar procesos de intoxicación, infecciones, etc. 58
Pero no todos podemos disponer de un trozo de tierra para cultivar nuestros alimentos de forma respetuosa con la naturaleza. Asi.. → ¿Qué podemos hacer?
•Consume preferentemente frutas y verduras de temporada. •Escoge productos más naturales: es mejor una leche “normal” que leches enriquecidas con calcio, vitaminas, etc. •Evita el consumo de carne en exceso: una o dos veces en semana es suficiente. •No consumas “pezqueñines”. •Si consumes productos de otros países (café, te, chocolate, etc...), pide que sean de comercio justo. •Haz conservas caseras elaboradas correctamente. •No guardes en el frigorífico cosas muy calientes, ni tampoco alimentos que no precisen la conservación en frío (latas, envases precintados...). •Usar recipientes reutilizables como fiambreras, cazuelas, etc.; en el frigorífico evita el uso de papel de aluminio para conservar alimentos. •Lee detenidamente el etiquetado de los alimentos que compras. Por ejemplo, en los supermercados ya existen alimentos que contienen maíz y soja modificadas genéticamente (transgénicas) como las galletas. 59
•Plantéate la procedencia de los alimentos que consumes y las formas de producción de las granjas industriales, ya que pueden ser innecesariamente crueles con los animales. •Compra productos generados en el propio entorno local, ya que son más frescos, y requieren menos envoltorios que los alimentos importados de otros lugares lejanos. La contaminación atmosférica que produce el transporte de alimentos es tan innecesaria como imposible de sostener. •Consume alimentos ecológicos y no los procedentes de terrenos donde utilicen plaguicidas e insumos químicos. •Exige en tu tienda habitual que las etiquetas reflejen la procedencia del producto y si ha sido elaborado sin plaguicidas o productos químicos. •Reduce el consumo de “superenvasados” o alimentos muy elaborados: tienen más conservantes y aditivos. Como alternativa opta por productos frescos y que requieran menor proceso industrial.
5. TRANSPORTE: El transporte es el mayor consumidor de los derivados del petróleo y una importante fuente generadora de contaminación atmosférica. En España, los coches causan más de 10.000 muertos y 160.000 heridos al año y provocan el efecto invernadero y cambio climático. Además las autovías, carreteras, aparcamientos, túneles, implican la pérdida de miles de hectáreas de suelo. Los coches invaden nuestras calles y plazas, contaminan la atmósfera y causan ruidos. Han conseguido convertir muchos espacios públicos en aparcamientos masivos y poco respetuosos con los peatones y las calles en simples vías de comunicación con un tráfico muy denso, exasperante y peligroso. Los coches emiten medio kilo de CO 2 por cada litro de gasolina consumida, esto es el 20% del dióxido de carbono (CO2) lanzado a la atmósfera, el gas clave del efecto invernadero. Además causan la lluvia ácida al emitir el 34% de los óxidos de nitrógeno vertidos a la atmósfera. → ¿Qué podemos hacer?
al año si hiciésemos a pie todos los desplazamientos inferiores a 2 kilómetros que actualmente hacemos con el coche particular. •Utiliza la bicicleta. En Granada contamos ya con algunos kilómetros de carril bici. Si eres peatón no los uses, son para bicis. •Utiliza los transportes públicos, es la mejor medida para descongestionar el tráfico en la ciudad y hacerla más habitable. •Exige mejores transportes públicos a precios populares o gratuitos, con más unidades, servicios diurnos y nocturnos, silenciosos y no contaminantes. •Intenta compartir los viajes en coche, conduce con precaución y no superes los 90 a 120 Km/h. Evita los acelerones y el abuso de las marchas cortas: se gasta mas combustible. •En los núcleos urbanos, respeta los límites de velocidad, no aparques en zonas peatonales, y evita el uso abusivo del claxon y las molestias de las alarmas. •Evita el avión, produce una contaminación atmosférica muy alta. •La contaminación acústica es un problema importante: hay que disminuir el ruido de coches y motos. 60
•Realiza tus desplazamientos a pie. Harás ejercicio y contribuirás a frenar la contaminación atmosférica. Se podrían ahorrar 1000 millones de litros de combustible
6. RESIDUOS: La basura es un elemento cotidiano pero, para la mayoría de las personas, la relación con sus propios residuos acaba en el momento de depositar la bolsa de la basura en el contenedor municipal.
•Las bandejas (de poliestireno expandido) que nos sirven en los supermercados, no son recuperables, ni se reciclan actualmente. Rechaza los productos sobreempaquetados y elige siempre que puedas productos a granel. Es más sano y más barato.
No debemos olvidar que la generación de basura está íntimamente ligada al nivel de consumo
→ ¿Qué podemos hacer? •Siempre que puedas elige vidrio retornable y evita el tetrabrick, que al estar formado por plástico, papel y aluminio prensado, no puede reciclarse fácilmente. También debes evitar las latas de aluminio por el alto coste energético necesario para su producción. •Reutiliza los frascos y botellas de vidrio y, en todo caso, no los tires a la basura, sino al contenedor de vidrio más próximo. •Los envases de PVC y PET producen sustancias que pueden resultar cancerígenas, evítalos y elige siempre que puedas el vidrio retornable. Papel Para realizar un consumo responsable del papel además de consumir menos papel, y reciclar el 61
Las tres “erres”, Reducir, Reutilizar, Reciclar, por este mismo orden de prioridad, es la mejor alternativa para evitar los problemas asociados a los residuos y su tratamiento final convencional: despilfarro de recursos, contaminación ambiental y gasto económico. Además, estas buenas prácticas permiten la puesta en marcha de iniciativas empresariales que aprovechan los residuos, ya sea para la venta de productos de segunda mano o para la producción de materiales nuevos reciclados. Envases y embalajes •Las bolsas de plástico representan un grave problema ya que no se reciclan. Evítalas y utiliza el carro, la cesta o bolsas de tela para tus compras.
que usamos debemos: •Utiliza papel reciclado y sin blanquear. Pidelo en la papelería y fotocopiadora. •Ten cuidado con las impresoras, verdaderos monstruos devoradores de papel. •Reutiliza las cajas de cartón varias veces antes de tirarlas al contenedor de papel. •Aprovecha para escribir en sucio los folios que aún tienen una cara sin usar. • No tires los papeles y cartones a la basura. Pon una caja en algún lugar de la casa y deposítalo después en el contenedor de papel más cercano. Tóxicos domésticos Nuestros hogares están repletos de productos químicos, en algunos casos muy tóxicos y peligrosos. Hoy disponemos de una infinita variedad de sustancias limpiadoras que en muchos casos pueden tener consecuencias nocivas para la salud y el medio ambiente por los gases tóxicos que desprenden. Por ello busca la sencillez, desconfía de propagandas espectaculares y de nombres complicados en la composición. •Normalmente utilizamos lavavajillas, limpiacristales, ambienta62
dores, antical, desatascadores, detergentes de todo tipo, lejías... En muchos casos se pueden sustituir por jabones ecológicos o neutros. El vinagre o el limón tan abundantes en nuestra tierra, sigue siendo uno de los mejores abrillantadores y limpiagrasas conocido. La mezcla de zumo de limón con aceite de oliva es un excelente abrillantador. •El aceite alimentario usado contamina el agua si se vierte al desagüe. Si no quieres hacer uso de él, tíralo a la basura en envases bien cerrados o infórmate sobre algunas asociaciones que lo recogen. Recuerda que con el aceite usado puedes hacer tu propio jabón. Receta: 5 l. de aceite usado. 5 l. de agua. 1 kg de sosa cáustica. Elaboración: En un barreño amplio se disuelve la sosa en el agua con cuidado. Se le añade luego el aceite mezclándolo todo, dando vueltas con un palo de madera, siempre en el mismo sentido durante 1 hora aproximadamente, hasta que cuaje. Échalo en moldes o déjalo enfriar 24 horas en el barreño. Después córtalo en trozos. •Evita el consumo de pilas, son una gran fuente de contaminación. Si no puedes evitarlo opta por las pilas recargables y nunca las tires a la basura o en el cam-
po. Recuerda que EGMASA tiene la obligación de recoger y gestionar los productos tóxicos como pilas, fluorescentes, mercurio, medicinas caducadas... •Cuando se cambia el aceite del coche no se debe tirar por las tuberías o en el campo. Si se deja en el taller mecánico se exige que se gestione correctamente su eliminación. Voluminosos y textiles •Nunca abandones muebles o electrodomésticos en la calle o en el campo. El impacto que causan no es sólo visual, también pueden causar graves problemas en los cauces de ríos secos y en la contaminación de acuíferos. Contacta con alguna de las asociaciones que se encargan de recogerlo y que aún pueden darle un valor. Si no te es posible, puedes llamar al teléfono de los servicios municipales. Ellos retirarán los muebles y enseres de la calle y los depositan en el vertedero. •El uso excesivo que hacemos de la ropa en el Norte, se está convirtiendo en graves problemas para los países del Sur. Encubiertos en supuestos proyectos de cooperación, se venden nuestros desechos en Africa, arruinando las industrias locales del algodón y el comercio de la zona. 63
•Compra solo la ropa necesaria, siempre acabamos acumulando en los armarios ropa que no nos ponemos. •Hacer un buen mantenimiento del vestido y el calzado para que dure más. •Limita la compra de fibras sintéticas, sobre todo aquellas que contaminan en su proceso de elaboración. •Opta por una prenda de vestir de mejor calidad, tienen más duración. •Pregunta en tu tienda dónde y en qué condiciones se han fabricado las prendas que compramos. •Intercambia ropa con amigos. •Compra de segunda mano. •Háztelo tu mism@. •Compra comercio justo. La asociación Traperas de Emaús recoge a domicilio todo tipo de enseres, muebles y ropa. (Tfno: 958300986). De esta manera se recupera y recicla el 90% de los objetos recogidos. Y además vuelve a poner a la venta estos mismos objetos y ropa, una vez limpiados y reparados, en sus tiendas de Granada (C/ Cruz, 2) y Armilla (C/ Málaga, 33), así como
en el Rastro situado en la Crta. Cajar-Monachil s/n. En relación con la explotación en el sector textil, España decide unirse en 1996 a la Campaña Europea Ropa Limpia que se creó en Holanda en 1990, y que llegó a nuestro país de la mano de las ONGD Setem y Fundación Paz y Solidaridad. Sus objetivos son: •Apelar a los consumidores para que compren la ropa tomando conciencia de las condiciones laborales de los trabajadores del Sur. •Concienciar a los minoristas de la responsabilidad que tienen con la ropa que venden. Si se detecta algún caso en que los derechos de los trabajadores han sido violados, hace falta presionar para que no vendan la ropa y pidan ropa justa. •Pedir a los políticos que tomen decisiones a favor de los productores de ropa europeos para valorar los derechos de los trabajadores de nuestro entorno. •Apoyar a aquellos trabajadores de la industria textil de todo el mundo que, a través de organizaciones comerciales, sindicales o de mujeres, están trabajando para mejorar sus condiciones. Para conseguir estos objetivos la Campaña ha realizado distintas
acciones: •Elaboración de una “carta de comercio justo para la ropa” como código de conducta para las empresas del textil, combinando mecanismos de control y sanción. •Divulgación e información a la población, mediante folletos, conferencias, reuniones, etc. •Manifestaciones en las grandes superficies donde se vende la ropa confeccionada con trabajo esclavo. •Escribir cartas a las grandes empresas exigiendo saber cuál es la procedencia de la ropa que fabrican. Para tener más información de esta campaña u otras que se vayan a llevar a cabo podéis llamar a SETEM Granada (Tfno. 958818938) 7. AHORRO RESPONSABLE Y FINANCIACIÓN SOLIDARIA. Existe un número creciente de personas sensibilizadas con la idea de caminar hacia una sociedad diferente, mas justa, solidaria y humana y que perciben que uno de los medios con que cuentan para realizar esta transformación es su ahorro. Haciendo uso adecuado de nuestro dinero podemos transformarlo 64
en una herramienta eficaz al servicio del cambio que propugnamos. Los grupos y redes de financiación solidaria juntan el dinero de los pequeños ahorradores y se lo prestan a proyectos que, siendo viables en un determinado plazo, realicen actividades productivas o de servicios, con criterios de economía solidaria, entre los cuales estarían:
Desde hace unos 10 años se están llevando a cabo en España experiencias de financiación solidaria, sin fines lucrativos, que nos pueden dar pistas de cómo podemos empezar a usar nuestro dinero para cambiar la economía e incluso algunas relaciones sociales. •En Andalucía, la Cooperativa Ideas está impulsando la Sección de Crédito, cuya filosofía es la
Los grupos y redes de financiación solidaria juntan el dinero de los pequeños ahorradores y se lo prestan a proyectos que realicen actividades productivas o de servicio con criterios de economía solidaria
•Creación y estabilización de empleo. •Promoción de un modelo de empresa participativa y donde las personas puedan desarrollar sus capacidades. •Empresas de inserción sociolaboral. •Actividades encaminadas a la regeneración del medio ambiente. •Recuperación de actividades productivas tradicionales que preserven las culturas locales. 65 rentabilidad ética y ecológica de nuestros pequeños ahorros. Se invierte en comercio justo, agricultura ecológica, economía solidaria y campañas de sensibilización. (IDEAS: Cordel de Écija, 14-16. 14009 Córdoba. Tfno. 957 296974) •En Granada contamos con la experiencia que viene desarrollando la asociación Fondo de Solidaridad “Paz y Esperanza”, que empezó su andadura a principios de la década de los ochenta en la localidad granadina de Loja. En un contexto de desigualdad e injusticia, especialmente en el mundo rural, un gru-
po de personas, relacionadas primordialmente con movimientos cristianos de base, sintieron la necesidad de dar una respuesta a las barriadas más empobrecidas del municipio. En poco tiempo el grupo crece y comienza a intervenir en otros puntos de la tierra andaluza. En 1991 se ve conveniente constituir una asociación que ayude a regular y normalizar el funcionamiento del Fondo. Durante unos años el Fondo actúa principalmente concediendo ayudas a personas que se encontraban en situaciones límite y se nutría de las cuotas de los asociados. Posteriormente se comenzó a apoyar algunas ayudas dirigidas a cooperativas. Es entonces cuando se observa que la asistencia por sí misma no es suficiente y que no deja de ser una actitud paternalista que nunca dará una solución real a la gente marginada. La nueva línea de trabajo hará énfasis en la necesidad de destinar recursos a ayudar a aquellas personas que optaban por crearse su propio puesto de trabajo o que iban a crear empleo ajeno pero que al mismo tiempo encuentran numerosos obstáculos para recibir apoyos de las entidades financieras. Se decide crear el Fondo I que sigue siendo asistencial a fondo perdido y el Fondo II que funciona como una ayuda reintegrable. El Fondo II se constituyó para con66
ceder ayudas para su devolución. Se ofrece también asesoría en la gestión de las empresas creadas con estas ayudas. Respecto a las devoluciones se pretendía que los beneficiarios de los préstamos fueran conscientes de que el dinero devuelto se emplearía de nuevo para cubrir otras demandas, consiguiéndose así un elevado índice de devolución. Las condiciones de devolución se deciden junto con la persona beneficiada por el préstamo. Las ayudas pedidas al Fondo deben ser canalizadas a través de un socio que hace de interlocutor, que tiene un carácter de aval moral. El Fondo ha ido aprendiendo a responder y adecuarse con más fidelidad a sus objetivos. En este proceso se abrió la posibilidad de que aquellos socios que quisieran pudieran depositar en el Fondo dinero para que se pudiera contar con más recursos para los proyectos de empresa sin exigir un interés a cambio, aquí es cuando se inicia la idea del Ahorro Responsable y Solidario. En el ámbito organizativo el Fondo funciona con una Junta Directiva que se reúne mensualmente en Loja y que es en donde se presentan las solicitudes de ayuda y se debate la conveniencia o no de intervenir y, si es así, de
qué modo (plazo y cuantía de la devolución). Anualmente se celebra una Asamblea General, en donde todos los socios son convocados para ser informados y decidir sobre todas las cuestiones relacionadas con la asociación. En la última Asamblea del Fondo se han aprobado unos nuevos estatutos que actualizan y regularizan el funcionamiento de la entidad y la constitución de un Comité de Seguimiento destinado a hacer una tutoría más cercana de los proyectos intentando llegar al aspecto personal y no sólo al económico. Actualmente la asociación la constituyen unas doscientas personas y ha dado respuesta a cerca de 60 proyectos de empresa. La dirección del Fondo de Solidaridad Paz y Esperanza: Callejón de Jesús, 8 -18300 Loja (Granada). correo electrónico: fondo.solpe@wanadoo.es. El interes despertado por esta corriente de intervención solidaria se plasma en la cantidad de procesos que están surgiendo con el fin de implantar un modelo ético financiero, como la Red de Útiles Financieros Solidarios (RUFAS) y el encuentro que tuvo lugar en Vitoria en noviembre del 2001 organizado por la RCADE (Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa) con el fin de debatir el tema de la financiación y el ahorro solidario, dar a conocer
experiencia y provocar la creación de una banca ética en el País Vasco. Por último, indicar que en el ámbito internacional hay una mayor presencia de la banca ética, como la Banca Populare Etica de Italia y el Banco Oiko-Credit en Holanda, Triodos Bank. En Cataluña, la Asociación FETS, viene trabajando en la sensibilización, además de potenciar el debate en la Banca tradicional para que apoyen algunos proyectos. En esta discusión social es curiosa la reciente presencia de la banca tradicional que a través de fundaciones está posicionándose en este debate. No obstante, es probable que responda a un interés de imagen, de competitividad o de oportunidad social más que al reconocimiento de su distanciamiento para dar respuestas a colectivos empobrecidos por la sociedad.
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CONCLUSIONES
“La Tierra es como un corazón gravemente lesionado, el resto de los organismos vitales se ven afectados, los climas, las aguas potables, la química de los suelos, los microorganismos, las sociedades humanas. La sustentabilidad del planeta tejida por miles de años de trabajo cósmico puede verse desbaratada. La raíz de la alarma ecológica reside en el tipo de relación que los seres humanos han mantenido en el último siglo con la Tierra y sus recursos, una relación de dominio y falta de cuidado. Se ha destruido la conciencia de una gran comunidad bioética y terrenal, en la que se encuentra inserto el ser humano junto a los demás seres. Si queremos continuar la aventura terrenal debemos tomar decisiones colectivas que estén ordenadas a salvaguardar la Tierra y al mantenimiento de las condiciones generales que permitan a la evolución seguir su curso” (Leonardo Boff). Creemos que el derecho que tiene el ser humano a poseer, a administrar y utilizar los recursos naturales, va unido al deber de prevenir daños ambientales, así como proteger los derechos de las personas. Afirmamos que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presentan una correspondiente responsabilidad por promover el bien común. Queremos construir sociedades que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas. “Nuestros retos ambientales, sociales y espirituales están interrelacionados, y juntos podemos proponer y concretar soluciones comprensivas. Nosotros, l@s ciudadan@s del Norte, tenemos un papel importante en la marcha de todo esto, además de la responsabilidad para con los demás, también porque este estado de cosas nos afecta directamente como habitantes de la Tierra. Es necesario unirnos en el empeño de crear una sociedad global sostenible, fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano se refiere a ser más, no a tener más» ( Leonardo Boff ).
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BIBLIOGRAFÍA
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PAGINAS WEB INTERESANTES:
REAS - Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria: www.reasnet.com ASOCIACION ESPAÑOLA DE RECUPERADORES POR UNA ECONOMIA SOCIAL SOLIDARIA (AERESS): www.reasnet.com/aeressp.html Red de Útiles Financieros Alternativos y Solidarios: www.reasnet.com/rufas Coordinadora Estatal de Comercio Justo: www.e-comerciojusto.org Sodepaz: www.sodepaz.org Alternativa3 : www.alternativa3.com IDEAS: www.comerciosolidario.com AGRIECO. Portal de Agricultura ecológica: www.agrieco.com EFTA (ASOCIACION EUROPEA DE COMERCIO JUSTO): www.eurosur.org/EFTA TRUST (promueve la banca social y mediambiental en España): www.proyectotrust.net Revista The Ecologist: www.theecologist.net y www.theecologist.org Campaña Consumo Responsable de Granada: www.consumoresponsable.com Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE): www.agroecologia.net SERVIDOR del C.R.I.E. AGRICULTURA ECOLÓGICA: www.crie.uji.es/agric/indice.htm PANGEA INTERNET SOLIDARIO: www.pangea.org SELBA Recursos para una vida simple, natural y perdurable: www.pangea.org/spie/selba/EconomiaConsumo.htm
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Datos
En nuestra sociedad, el consumo es un factor clave, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista cultural. El acto de consumir no es arbitrario ni inocente. Muchas veces el miedo a la falta de estima social y al aislamiento lleva a los individuos a comer, alojarse y vestir, como lo hace la clase social «modelo».
Todo individuo, familia, organización o comunidad tiene un papel vital que cumplir. Las instituciones, los medios de comunicación, las ONG, las empresas y los gobiernos están llamados a elaborar una propuesta factible y viable. La Plataforma por un Consumo Responsable de Granada quiere hacer una pequeña aportación en este sentido con la elaboración de la «Guía de Consumo Responsable: la otra cara del consumo».