¿Dónde atacar a la irresponsabilidad?
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¿Dónde atacar a la irresponsabilidad?
Autor: Nicolás Fernando Corzo. La irresponsabilidad se ha convertido en un problema grave para el desarrollo humano. Cuando no generamos una estrategia comunicativa articulada y formadora de una opinión pública constructiva, los esfuerzos de las organizaciones llegan tarde para solucionar nuestros problemas sociales. Por esa razón, mi primera pregunta es, ¿cuál es la vía más directa para generar ciudadanos e instituciones responsables que nos conduzcan hacia una sociedad más desarrollada? Afectar la selección informativa de los medios de comunicación debe ser el objetivo principal de una política responsable a favor del desarrollo humano a nivel global. Para poder lograrlo es necesario realizar múltiples actividades de negociación y lobby, dentro y fuera de los medios de comunicación, integrarlos en torno a objetivos responsables que se vean día a día en los principales titulares, ocupando mayor espacio en los momentos pico de rating de radio y televisión. Para esto se hace necesaria la creación de organizaciones especializadas en afectar el comportamiento de los medios de comunicación y asegurar una relación entre los objetivos de desarrollo internacionalmente consensuados y lo que efectivamente se hace desde los medios de comunicación. Los medios de comunicación son un tipo de empresa muy particular, tienen la capacidad de acelerar de un modo muy específico la evolución en los diversos ámbitos sociales. El cambio no comienza por cualquier parte, sino por una idea, un pensamiento. El cambio en la información disponible produce un cambio en el pensamiento y en las acciones de las personas. Por ejemplo, cuando se informa sobre un problema como el terremoto chileno de 2011, esta información puede generar un efecto muy grande sobre la opinión pública, ayudar a salvar vidas y disminuir el sufrimiento de los afectados. Esta información puede desencadenar una acción por parte de un representante de comunicación de una empresa, y si esa persona articula una estrategia comunicativa al respecto, podemos darnos una idea del circuito completo del efecto derrame de la información.
No obstante, si los medios decidieran quitarle importancia o decir que el problema ya fue solucionado, los encargados de comunicación tal vez decidirían quitar su apoyo para ayudar a los chilenos. Incluso las personas que estaban dispuestas a ayudarles tal vez decidieran no hacerlo. Una palabra de más o de menos puede generar un efecto catastrófico e incrementar el sufrimiento de miles de personas. Hasta ahora se ha intentado débilmente coordinar y regular los medios de comunicación para lograr mayores beneficios sociales. Producir un efecto derrame de las prácticas responsables es un proyecto complicado. A su vez, la magnitud de los medios de comunicación nos conduce al plano internacional, supranacional y por si fuera poco, se inserta en plano micro de cada ciudad, de cada barrio, de cada empresa. Cuando un Administrador de la Comunidad Social de una Empresa, de la cuenta de Facebook o Twitter de la compañía, realiza prácticas de fidelización de su público en el marco de una estrategia comunicativa responsable, potencia el cambio sobre la opinión pública y produce efectos prácticos sobre dicha comunidad en el plano real y cotidiano.
Una amistad peligrosa
Imaginemos el efecto de los gobiernos sobre los medios de comunicación. Los gobiernos que pagan a estos medios para que publiquen o no publiquen determinada información, y para que cambien la perspectiva de una información, responden a un interés nacional. Pero el interés ni siquiera es nacional en sentido estricto del término, por lo general, se trata de un interés partidario, el de los gobernantes y de determinados empresarios. Sin ir más lejos, podemos observar esto en la relación entre el gobierno de los Estados Unidos y la CNN con respecto a ciertos conflictos armados. Veamos el asunto de la matanza de civiles mediante Drones norteamericanos en Medio Oriente. Las consecuencias de esta manipulación de los medios de comunicación pueden ser enormes, no olvidemos que siguen muriendo civiles en guerras que favorecen a los grandes poderes económicos. Este es el caso de Yemen, de las zonas tribales de Pakistán o de Afganistán, donde gran parte de los muertos son mujeres y niños. Esto mismo sucede cuando los medios de comunicación no informan sobre las políticas responsables de las empresas. Se paraliza el efecto derrame de la información y de las prácticas responsables. Cuando las prácticas responsables no tienen gran efecto en la opinión pública y cuando las prácticas irresponsables se justifican u ocultan, el efecto derrame de la responsabilidad pierde fuerza y la irresponsabilidad queda impune.
El Cabildeo benigno
El cabildeo o lobby puede generar un cambio en las leyes, favorable a los altos valores de las instituciones que favorecen el desarrollo humano. No resultará extraño que si las corporaciones emplean el lobby en todos los niveles de gobierno, las organizaciones a favor de los derechos
humanos también lo hagan. El cambio en las organizaciones se ha tornado menos veloz qué el cambio en el entorno socio-económico, cultural, ambiental y político. Ya no podemos delegar en los gobiernos la solución a nuestros problemas. Por eso, tenemos que estar atentos a los diversos movimientos que aportan soluciones más allá de las instituciones nacionales e internacionales. Pero también debemos encontrar canales institucionales para legalizar estas soluciones, debemos convencer a los líderes políticos, buscar aliados políticos en cada país. Francesca Rheannon, Editora de CSRwire, recientemente puso de manifiesto que la Ronda de Doha sobre cambio climático, ha perdido importancia para lograr un acuerdo vinculante de reducción de las emisiones de carbono que provocan el cambio climático. Allí sólo se habla de la financiación para la adaptación al cambio climático. Las agendas de los gobiernos están tan influidas por intereses privados de grupos poderosos, que resultan inoperantes para dar solución a los problemas. La lucha contra las causas del cambio climático ha dejado de estar enmarcada en la Organización de las Naciones Unidas. Diversas organizaciones y sectores sociales han tomado la iniciativa para la desinversión en energía fósil y la lucha cuerpo a cuerpo con las filiales locales de empresas que provocan el calentamiento global. Este es el caso de “Go Fosil Free”, una organización que ha logrado una gran victoria en Seattle, Estados Unidos, al provocar la desinversión de fondos de pensión de la ciudad respecto de las compañías de combustible fósil. El impacto en la opinión pública resulta indispensable para generar una mayor implicación de las empresas y gobiernos, para cumplir los objetivos de desarrollo humano. La comunicación es un catalizador que puede acelerar el proceso de cambio, pero no es la solución final a los problemas de desarrollo humano. Acelerar el cambio a través de los medios sociales de comunicación se convierte en el talón de Aquiles de la irresponsabilidad generalizada de nuestras sociedades hasta el día de hoy, y en una esperanza para el desarrollo humano y la conservación de nuestro medio ambiente. Estamos ante el mayor desafío de la historia de la humanidad. Los hombres tienen que lograr sobrevivir día a día, mientras hacen que sus organizaciones sobrevivan. Y las empresas deben asegurar su supervivencia mientras luchan por hacer que el entorno sea habitable. Ya nada está dado y nada es seguro. El primer paso debe ser poner los pies sobre la tierra, el segundo paso es actuar tan o más rápido que nuestros problemas.
¿Dónde atacar a la irresponsabilidad?
Autor: Nicolás Fernando Corzo. La irresponsabilidad se ha convertido en un problema grave para el desarrollo humano. Cuando no generamos una estrategia comunicativa articulada y formadora de una opinión pública constructiva, los esfuerzos de las organizaciones llegan tarde para solucionar nuestros problemas sociales. Por esa razón, mi primera pregunta es, ¿cuál es la vía más directa para generar ciudadanos e instituciones responsables que nos conduzcan hacia una sociedad más desarrollada? Afectar la selección informativa de los medios de comunicación debe ser el objetivo principal de una política responsable a favor del desarrollo humano a nivel global. Para poder lograrlo es necesario realizar múltiples actividades de negociación y lobby, dentro y fuera de los medios de comunicación, integrarlos en torno a objetivos responsables que se vean día a día en los principales titulares, ocupando mayor espacio en los momentos pico de rating de radio y televisión. Para esto se hace necesaria la creación de organizaciones especializadas en afectar el comportamiento de los medios de comunicación y asegurar una relación entre los objetivos de desarrollo internacionalmente consensuados y lo que efectivamente se hace desde los medios de comunicación. Los medios de comunicación son un tipo de empresa muy particular, tienen la capacidad de acelerar de un modo muy específico la evolución en los diversos ámbitos sociales. El cambio no comienza por cualquier parte, sino por una idea, un pensamiento. El cambio en la información disponible produce un cambio en el pensamiento y en las acciones de las personas. Por ejemplo, cuando se informa sobre un problema como el terremoto chileno de 2011, esta información puede generar un efecto muy grande sobre la opinión pública, ayudar a salvar vidas y disminuir el sufrimiento de los afectados. Esta información puede desencadenar una acción por parte de un representante de comunicación de una empresa, y si esa persona articula una estrategia comunicativa al respecto, podemos darnos una idea del circuito completo del efecto derrame de la información.
No obstante, si los medios decidieran quitarle importancia o decir que el problema ya fue solucionado, los encargados de comunicación tal vez decidirían quitar su apoyo para ayudar a los chilenos. Incluso las personas que estaban dispuestas a ayudarles tal vez decidieran no hacerlo. Una palabra de más o de menos puede generar un efecto catastrófico e incrementar el sufrimiento de miles de personas. Hasta ahora se ha intentado débilmente coordinar y regular los medios de comunicación para lograr mayores beneficios sociales. Producir un efecto derrame de las prácticas responsables es un proyecto complicado. A su vez, la magnitud de los medios de comunicación nos conduce al plano internacional, supranacional y por si fuera poco, se inserta en plano micro de cada ciudad, de cada barrio, de cada empresa. Cuando un Administrador de la Comunidad Social de una Empresa, de la cuenta de Facebook o Twitter de la compañía, realiza prácticas de fidelización de su público en el marco de una estrategia comunicativa responsable, potencia el cambio sobre la opinión pública y produce efectos prácticos sobre dicha comunidad en el plano real y cotidiano.
Una amistad peligrosa
Imaginemos el efecto de los gobiernos sobre los medios de comunicación. Los gobiernos que pagan a estos medios para que publiquen o no publiquen determinada información, y para que cambien la perspectiva de una información, responden a un interés nacional. Pero el interés ni siquiera es nacional en sentido estricto del término, por lo general, se trata de un interés partidario, el de los gobernantes y de determinados empresarios. Sin ir más lejos, podemos observar esto en la relación entre el gobierno de los Estados Unidos y la CNN con respecto a ciertos conflictos armados. Veamos el asunto de la matanza de civiles mediante Drones norteamericanos en Medio Oriente. Las consecuencias de esta manipulación de los medios de comunicación pueden ser enormes, no olvidemos que siguen muriendo civiles en guerras que favorecen a los grandes poderes económicos. Este es el caso de Yemen, de las zonas tribales de Pakistán o de Afganistán, donde gran parte de los muertos son mujeres y niños. Esto mismo sucede cuando los medios de comunicación no informan sobre las políticas responsables de las empresas. Se paraliza el efecto derrame de la información y de las prácticas responsables. Cuando las prácticas responsables no tienen gran efecto en la opinión pública y cuando las prácticas irresponsables se justifican u ocultan, el efecto derrame de la responsabilidad pierde fuerza y la irresponsabilidad queda impune.
El Cabildeo benigno
El cabildeo o lobby puede generar un cambio en las leyes, favorable a los altos valores de las instituciones que favorecen el desarrollo humano. No resultará extraño que si las corporaciones emplean el lobby en todos los niveles de gobierno, las organizaciones a favor de los derechos
humanos también lo hagan. El cambio en las organizaciones se ha tornado menos veloz qué el cambio en el entorno socio-económico, cultural, ambiental y político. Ya no podemos delegar en los gobiernos la solución a nuestros problemas. Por eso, tenemos que estar atentos a los diversos movimientos que aportan soluciones más allá de las instituciones nacionales e internacionales. Pero también debemos encontrar canales institucionales para legalizar estas soluciones, debemos convencer a los líderes políticos, buscar aliados políticos en cada país. Francesca Rheannon, Editora de CSRwire, recientemente puso de manifiesto que la Ronda de Doha sobre cambio climático, ha perdido importancia para lograr un acuerdo vinculante de reducción de las emisiones de carbono que provocan el cambio climático. Allí sólo se habla de la financiación para la adaptación al cambio climático. Las agendas de los gobiernos están tan influidas por intereses privados de grupos poderosos, que resultan inoperantes para dar solución a los problemas. La lucha contra las causas del cambio climático ha dejado de estar enmarcada en la Organización de las Naciones Unidas. Diversas organizaciones y sectores sociales han tomado la iniciativa para la desinversión en energía fósil y la lucha cuerpo a cuerpo con las filiales locales de empresas que provocan el calentamiento global. Este es el caso de “Go Fosil Free”, una organización que ha logrado una gran victoria en Seattle, Estados Unidos, al provocar la desinversión de fondos de pensión de la ciudad respecto de las compañías de combustible fósil. El impacto en la opinión pública resulta indispensable para generar una mayor implicación de las empresas y gobiernos, para cumplir los objetivos de desarrollo humano. La comunicación es un catalizador que puede acelerar el proceso de cambio, pero no es la solución final a los problemas de desarrollo humano. Acelerar el cambio a través de los medios sociales de comunicación se convierte en el talón de Aquiles de la irresponsabilidad generalizada de nuestras sociedades hasta el día de hoy, y en una esperanza para el desarrollo humano y la conservación de nuestro medio ambiente. Estamos ante el mayor desafío de la historia de la humanidad. Los hombres tienen que lograr sobrevivir día a día, mientras hacen que sus organizaciones sobrevivan. Y las empresas deben asegurar su supervivencia mientras luchan por hacer que el entorno sea habitable. Ya nada está dado y nada es seguro. El primer paso debe ser poner los pies sobre la tierra, el segundo paso es actuar tan o más rápido que nuestros problemas.
Datos
La irresponsabilidad se ha convertido en un problema grave para el desarrollo humano. Cuando no generamos una estrategia comunicativa articulada y formadora de una opinión pública constructiva, los esfuerzos de las organizaciones llegan tarde para solucionar nuestros problemas sociales.
Por esa razón, mi primera pregunta es, ¿cuál es la vía más directa para generar ciudadanos e instituciones responsables que nos conduzcan hacia una sociedad más desarrollada?
cualquier pregunta sobre este artículo contactar a : nicolascorzo@gmail.com