El definitivo check list empresarial.
Datos
Los pilotos de aviones antes de emprender un vuelo realizan un minucioso chequeo del aparato y de la ruta prevista, comprobando al detalle, punto por punto, cada uno de los aspectos fundamentales e imprescindibles a efectuar para lograr un vuelo perfecto.
Así se revisan los instrumentos y mandos, el plan de vuelo establecido, la climatología, el peso de la carga, el combustible, la correcta distribución de la tripulación, los cálculos de despegue y la comprobación afirmativa de los mecánicos haciendo constar que todo el aparato está revisado.
Una vez está todo comprobado, a través de la radio piden a la torre de control permiso para despegar, y así poder salir rumbo a su destino.
Pues así, y de igual forma, cualquier tipo de empresa, negocio, administración pública u organización, de ámbito económico y social, debería hacer uso de checks list con el fin de alcanzar de modo rápido y fácil los objetivos propuestos.
En la gran mayoría de empresas y entidades públicas se hace prácticamente todo sin que apenas exista previsión ni procedimiento de actuación, dejando que la improvisación sea lo que marque la dirección a seguir, dejando casi siempre para última hora las decisiones más importantes.
Hace ya tiempo que las empresas privadas y administraciones públicas ofrecen todo tipo de recursos e instrumentos que de un modo u otro tienen relación tanto con la iniciativa emprendedora como con la llamada gestión empresarial, pero sin embargo no se aprecia la existencia de modelos de verificación que sean prácticos, y sobre todo, sencillos en su uso y diseño.
Hay algunos checks list o procedimientos de verificación con formatos muy profesionales y técnicos pero que luego pecan de ser muy complejos tanto en su uso como también en su lenguaje, generándose con ello una difícil comprensión y posterior puesta en práctica.
Se ha de intentar que sean siempre lo más fáciles y eficaces en su manejo y ejecución. Así los pilotos de aviones no pueden perder tiempo en tener que descifrar toda una lista de chequeo donde su comprensión sea más difícil que la propia acción a realizar.
Para entendernos, si para pulsar un simple botón, antes se ha de releer la orden varias veces, para al final comprender que tan sólo se trata de eso, de accionar un interruptor, es que entonces ese procedimiento, o check list, no es para nada válido. Definitivamente es ineficaz como para ser tenido en cuenta.
Está extendida esa costumbre de complicar las cosas en vez de facilitarlas, por lo que mi intención primordial con este check list es el poder ofrecer una herramienta de consulta que sea sencilla, a la vez que práctica.